sábado, 28 de junio de 2008

MY BLOODY VALENTINE EN LONDRES

Recientemente, viajamos hasta Londres para, entre otras cosas, asistir a uno de los conciertos (el del 22 de junio) que ha estado ofreciendo My Bloody Valentine en uno de los mejores recintos que he visto jamás, la Round House, situada en el barrio de Candem. Ciudades como Madrid deberían aprender e implantar algún que otro local de estas características: sonido estupendo, respeto por el aforo, terraza, baños por todas partes… Vamos, igual que las patatas de La Riviera, Joy Slava o la tortuosa Sala Heineken, donde la crew Gesloten ha vivido momentos para olvidar en conciertos como los de Editors, Interpol o Dolores O’Riordan. Pero en este caso estamos hablando de la capital de Europa, con sus defectos y sus virtudes, pero así es.
Tras dieciséis años sin juntarse, la banda formada por el -según dicen por ahí, porque yo no le conozco en persona- insoportable Kevin Shields (guitarra y voz), Bilinda Butcher (guitarra y voz), Debbie Googe (bajo) y Colm O’Ciosoig (batería) atendió a la tremenda expectación que ha generado su reunión. Al entrar al recinto, unos empleados de la Round House ofrecían a los asistentes tapones para los oídos. La razón la entendimos más adelante. A pesar de todo, creo que la mayor parte de los que estábamos allí necesitamos revisar el estado de nuestros tímpanos en el otorrino. La banda apareció puntualmente en el escenario (la única que dirigió alguna sonrisa al público fue Bilinda Butcher, que cada día se parece más a P.J. Harvey) y abrió el set con “Only Shallow”.
Otros temas destacables que tocaron fueron “I only said”, “Nothing much to lose”, “Slow”, “Soon” (sin duda la que mejor sonó de todas) y “Sue is fine” (aquí Kevin Shields cortó el principio y pidió volver a empezar, muy perfeccionista y pidiendo disculpas). En total repasaron sus dos discos, “Loveless” y “It’s anything”, así como dos o tres temas de sus múltiples EP’s.
Terminaron el concierto con “You made me realise”. Y aquí es donde metieron la pata hasta el fondo, para cabreo de buena parte del público. Alargaron el momento final de esta canción en lo que se asemeja al reactor de un avión o algo así… 30 minutos (según parece, esto lo hacían en otros conciertos no más de 15 minutos). Los primeros 5 minutos de ruido fueron sorprendentes, haciendo que el sonido hiciese vibrar hasta el páncreas. A los 10 minutos, algunas personas pedían desde abajo que parasen ya. Llegando al minuto 15, muchos nos habíamos puesto ya los tapones para los oídos que dieron en la entrada. Pero no servían de mucho. Con un dolor de tímpano increíble, varios tuvimos que salir fuera y esperar otros diez minutos más hasta que terminaron.
Es posible que Kevin Shields hubiese visto alguna crítica negativa sobre mantener el ruido final de “You made me realise” durante 15 minutos y decidiese alargarlo 15 más; o quizá querían reivindicar que ellos son los precursores de su estilo, el denominado shoegaze (guitarras distorsionadas, voces muy frágiles…), pero mejor se lo hubiesen ahorrado. Muchos nos quedamos con ganas de tirarles la copa a la cabeza, para experimentar con ellos de la misma manera que lo estaban haciendo con nosotros. Pero salvo esto, la vuelta de My Bloody Valentine al escenario sigue siendo de notable alto.

LO MEJOR: la primera hora de concierto, la Round House, el público (que suele ser mejor de los Pirineos para arriba) respetaba el espacio vital, no te cantaban en la oreja todos los temas, sin perroflautas como en el Primavera Sound y nadie te quemaba con el cigarro o el porro porque estaba prohibido fumar (esto lo hubiese disfrutado mucho la crew Gesloten, en especial Monsieur August, por lo del tabaco y la olorosa marihuana).
LO PEOR: los últimos 30 minutos del recital, con el final alargado hasta el aburrimiento, y el dolor de oídos, de “You made me realise”. Tampoco tocaron “Sometimes”, un tema que fue incluido en la banda sonora de “Lost in traslation”. Le diría a Shields que hay que ser agradecido y aceptar que, le guste o no, Sofia Coppola les dio fama extra (muchos y muchas como yo conocimos My Bloody Valentine gracias a la maravillosa película dirigida por ella y protagonizada por Bill Murray y Scarlet Johansson).
PUNTUACIÓN: haciendo nota media de todos los factores anteriormente mencionados (y tratando de ser buena persona y olvidando un poco la estupidez final que cometieron con “You made me realise”)... 8,5/10
Podéis ver algunos temas del concierto en You Tube

5 comentarios:

monsieur august dijo...

Qué post más refrescante querida Gaspashá.Seguro que, pese al experimento, lo disfrutaste.
Y que tomen nota de una vez los de las salas cutres de Madrid. ¡Menuda capital cultural! Qué cara más dura.

MALENA dijo...

Gaspashá.. qué genial tenerte de vuelta con este magnífico post.
Me has dado muchísima envidia (bueno, lo del sonido reactor no me ha dado tanta).
Anyway, es maravilloso tenerte de vuelta
Un besazo

Anónimo dijo...

Concierto tremendo. Es cierto que con el final de You made me realise se pasaron pero eso no quita que la hora y media anterior fuese deliciosa. Sólo por poder escuchar esa maravilla sónica de 8 minutos que es Soon ya merció la pena viajar hasta la pérfica Albion.
Repetiré en el saturday night fever (donde espero que Morrisey no se caiga del cartel!!!!!).
Great post, my love.

(La pareja de Gaspashá).

gaspashá gorkovskaya dijo...

Gracias a todos, espero que Madrid tome nota de locales como la round house, y espero también que Morrissey no haga mutis en el saturday night fever, jeje

Anónimo dijo...

son una banda que nunca pensé que podría llegar a ver en directo. tienen que ser fantásticos, a pesar de esos 30 minutos...