No vamos ahora a negar las reservas que teníamos en Gesloten ante el lanzamiento del nuevo trabajo de Cyndi Lauper, "Bring ya to the brink". Lauper, tras 25 años de irregular o desconcertante o directamente lunática carrera, afronta su primer disco orientado a la pista de baile, y con un PARENTAL ADVISORY en la carátula...lejos quedan los tiempos de Los Goonies...
Contra todo pronóstico, o no, lo cierto es que llevo tres días enganchado a su nuevo CD con todos sus defectos, que sí, son muchos, pero también con sus grandes aciertos cristalizados en algunas de las mejores y más intensas canciones de su carrera. La propuesta bailonga de Cyndi Lauper resulta naif e irresistible y nadie podrá negar que la artista, como co-productora y co-escritora de todos los temas, se entrega en cuerpo y alma a la causa. "Bring ya to the brink" respira pasión y convicción por doquier e incluso en sus peores momentos, cuando parece que el disco descarrilará, no puedes dejar de escuchar bien atento por culpa de la energía desprendida por cada acorde.
Contra todo pronóstico, o no, lo cierto es que llevo tres días enganchado a su nuevo CD con todos sus defectos, que sí, son muchos, pero también con sus grandes aciertos cristalizados en algunas de las mejores y más intensas canciones de su carrera. La propuesta bailonga de Cyndi Lauper resulta naif e irresistible y nadie podrá negar que la artista, como co-productora y co-escritora de todos los temas, se entrega en cuerpo y alma a la causa. "Bring ya to the brink" respira pasión y convicción por doquier e incluso en sus peores momentos, cuando parece que el disco descarrilará, no puedes dejar de escuchar bien atento por culpa de la energía desprendida por cada acorde.
Este es un disco que sin embargo peca de ser demasiado referencial (y reverencial). Sus productores (desde Dragonette a Kleerup pasando por Bassement Jaxx nada menos) no enmascaran cuales son los modelos a seguir. La sombra de Donna Summer acecha en "Same Ol' Story"; "Set your heart" es un homenaje obvio a la música disco de los 70, tan válido como la cover de "Young hearts runs free" de Kym Mazelle en el 96. Por lo tanto, el ironic mode es necesario en más de una ocasión: en esa pendenciera y caribeña canción de piratas que es "Rocking chair"( con Cyndi haciendose la borracha un poco, que guay es), o en ese funky absurdo llamado "Lyfe" o en la fantástica "Raging storm" con esa elegancia desesperada.
Pero lo que eleva este disco por encima de otros homenajes bienintencionados a la música de baile (Kylie a la cabeza), son la belleza e inspiración de cuatro piezas donde Cyndi Lauper demuestra ser una figura llena de talento y buen gusto;
1 "Rain on me", única balada del disco con un sugerente synth acolchado sobre el que la artista tiende su voz portentosa y llena de matices.
2 "Lay down on me", tema que podría pasar por un medio tiempo sí no tuviese esa base tan acelerada que te mantiene en vilo todo el tiempo sin que llegue jamás a estallar.
3 "Into the nightlife", clásico instantaneo de su carrera. Sospecho que homenaje a Pet shop boys: utiliza al igual que los británicos esas melodías electrónicas llenas de melancolía para hacernos bailar. Bellísimo, este tema desborda emoción del 0:00 al 4:01.
4 "Echo", es el segundo clásico que encierra este disco. Navega en el mismo mar que los mejores momentos de "Ray of light": ahí está ese aire hipnótico, esas bases suaves y luminosas, y ese piano allá atrás, embelleciendo el conjunto. Lauper no llega tarde, ella lo convierte en atemporal, y recita con un nudo en la garganta el mejor estribillo del año.
CALIFICACIÓN; 7,5/10
LO MEJOR; Es un disco llevado a cabo con una convicción y energía admirable en una artista con una carrera tan extensa trás de sí.
LO PEOR; El disco tiene pasajes demasiado clónicos de demasiados artistas, aunque cuando Lauper los consigue hacer suyos es capaz de superar el original.
IMPRESCINDIBLES; Mirar arriba.
1 comentario:
Todavía no lo he escuchado en su conjunto, pero confío totalmente en tu criterio. Me alegro que Cyndi haya levantado un poco cabeza después de todos estos años sin hacer nada coherente; y también es un alivio por los dolores de cabeza que nos están dando los artistas surgidos en los 80 con sus últimos discos. Tu fantástica review me enseña que no hay que lanzarse a criticar ni especular antes de escuchar bien las cosas y quitarse prejuicios musicales (reconozco que suelo tener bastantes). Excuse me y a bailar tod@s con lo último de Lauper.
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