A finales de 2007 se remonta la fecha de publicación del segundo disco de los norteamericanos Band of horses. Lo llamaron “Cease to begin”.
Band of horses nacen de las cenizas de Carissa’s wierd en 2004, en Seattle. Dos años mas tarde publican en el sello Sub Pop su debut, “Everything all the time”, un trabajo de alto voltaje emocional que les sitúa en el mapa del estimulante rock alternativo norteamericano, muy cerca de The shins, por nombrar al mas brillante representante del subgénero. Tras el abandono de su guitarrista Matt Broke para formar la también excelente banda Grand Archives, se mudan a Carolina del Sur, en la costa este, y es allí donde graban este segundo trabajo.
Las canciones que forman “Cease to begin” son mas reposadas que la de su predecesor. Se alejan del rock alternativo con los R.E.M. de los 80 como modelo perfecto y esencial, y se acercan al pop. Band of horses exploran aquí parajes de una belleza apabullante. La calidad de las melodías del 80% de este disco deja en ridículo a la inmensa mayoría de los grupos del universo. Asombra la capacidad del grupo liderado por su vocalista Ben Bridwell para conmocionar al oyente mediante sus sencillas composiciones, instrumentadas sutilmente pero sin cicatería, dotadas de un buen gusto, una riqueza lírica, narrativa y una inspiración tan inmensa que nos lleva a la euforia a pesar de la nostalgia que desprenden estas maravillosas piezas de tres minutos y medio.
Álbum eminentemente nocturno (como nos anuncia su fabulosa portada), para escuchar en soledad y a través de los auriculares “Cease to begin” pertenece a esa reducida estirpe de trabajos discográficos destinados a permanecer, a hacernos soñar y a sacudirnos para llevarnos lejos.
CALIFICACIÓN; 8,75/10
LO MEJOR; La voz de su líder. Este versiona la Macarena y nos pone los pelos de punta. No es broma.
LO PEOR; Ese experimento country, tan aburrido como obvio y que supone un enorme patinazo : “Marry song”.
IMPRESCINDIBLES; “Ode to LRC”, “Detlef Schrempf” (dedicada a un jugador de la NBA), “Island on the coast”, “No one’s gonna love you”, “Is there a ghost” y ese increíble instrumental de cincuenta segundos, “Lamb on the lam”.
Pasaros por su Myspace.
Band of horses nacen de las cenizas de Carissa’s wierd en 2004, en Seattle. Dos años mas tarde publican en el sello Sub Pop su debut, “Everything all the time”, un trabajo de alto voltaje emocional que les sitúa en el mapa del estimulante rock alternativo norteamericano, muy cerca de The shins, por nombrar al mas brillante representante del subgénero. Tras el abandono de su guitarrista Matt Broke para formar la también excelente banda Grand Archives, se mudan a Carolina del Sur, en la costa este, y es allí donde graban este segundo trabajo.
Las canciones que forman “Cease to begin” son mas reposadas que la de su predecesor. Se alejan del rock alternativo con los R.E.M. de los 80 como modelo perfecto y esencial, y se acercan al pop. Band of horses exploran aquí parajes de una belleza apabullante. La calidad de las melodías del 80% de este disco deja en ridículo a la inmensa mayoría de los grupos del universo. Asombra la capacidad del grupo liderado por su vocalista Ben Bridwell para conmocionar al oyente mediante sus sencillas composiciones, instrumentadas sutilmente pero sin cicatería, dotadas de un buen gusto, una riqueza lírica, narrativa y una inspiración tan inmensa que nos lleva a la euforia a pesar de la nostalgia que desprenden estas maravillosas piezas de tres minutos y medio.
Álbum eminentemente nocturno (como nos anuncia su fabulosa portada), para escuchar en soledad y a través de los auriculares “Cease to begin” pertenece a esa reducida estirpe de trabajos discográficos destinados a permanecer, a hacernos soñar y a sacudirnos para llevarnos lejos.
CALIFICACIÓN; 8,75/10
LO MEJOR; La voz de su líder. Este versiona la Macarena y nos pone los pelos de punta. No es broma.
LO PEOR; Ese experimento country, tan aburrido como obvio y que supone un enorme patinazo : “Marry song”.
IMPRESCINDIBLES; “Ode to LRC”, “Detlef Schrempf” (dedicada a un jugador de la NBA), “Island on the coast”, “No one’s gonna love you”, “Is there a ghost” y ese increíble instrumental de cincuenta segundos, “Lamb on the lam”.
Pasaros por su Myspace.
2 comentarios:
No estan mal, pero los que realmente me han emocionado son Grand Archives, una grata sorpresa. De cualquier manera, un buen grupo. Estupendo post querido Truman
Si es este un álbum eminentemente nocturno, seguro que me gusta. Fantástico post
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