Desde que “El sexto sentido” me robara el sueño durante semanas y me impidiera ir al baño en mitad de la noche durante una temporada he seguido con suma atención cada nuevo film de su director. M. Night Shyamalan ha dirigido y escrito desde entonces films maravillosos (“El bosque”), interesantes (“Señales”), fallidos (“El protegido”) y enormes despropósitos (“La joven del agua”). Tiene desde luego un universo propio, inquietudes y una voz reconocible dentro del cine norteamericano de los últimos años. Podríamos afirmar que estamos ante un director de arte y ensayo interesado en el género fantástico y/o de terror.
Tras el enorme fracaso económico y de crítica de “La joven del agua” mucho se juega Shyamalan con su nuevo film, “El incidente”, que nada menos que dirige, escribe y produce. La premisa del film es de lo más sugerente. Un día la gente comienza a suicidarse. Así, sin más. Todo comienza en Nueva York –donde si no- pero como si se tratara de una plaga el extraño acontecimiento comienza a extenderse a todas las grandes ciudades del noreste de EE.UU, posteriormente a ciudades mas pequeñas y finalmente a las zonas rurales de la costa este. Pronto sabremos que el motivo es una sustancia liberada por la naturaleza que afecta al cerebro de los humanos, llevándoles a quitarse la vida. Pero lo que es una premisa fascinante pronto se revela como una trama malsana y desafortunada por diversos motivos. El fundamental es lo terrible e innecesariamente morboso que resulta para el espectador el estar presenciando suicidios durante buena parte del metraje, suicidios en todas sus formas y variantes. El segundo error del film es la incapacidad del director en conseguir que consideremos unos arbustos, la naturaleza en si misma, como una amenaza real y aterradora, sencillamente es una idea que no funciona, mas allá de unos pocos minutos. Fruto de esa limitación argumental, el director se ve obligado a estirar la película con situaciones ridículas y que llegan a provocar vergüenza ajena. Si a esto unimos unos diálogos espantosos, unos personajes que en el esfuerzo del director por escapar de los clichés y los tópicos acaban por resultar poco o nada creíbles –ese militar torpe, la ermitaña psicótica, o la esposa del protagonista que parece estar alucinada durante todo el metraje- y una molesta sensación de arbitrariedad en todo cuanto acontece ante nuestro ojos, tenemos la receta infalible para el desastre.
Pero lo más decepcionante de “El incidente” es la nitidez con que pone de manifiesto la impotencia de su director como narrador. Nunca nos involucramos en lo que sucede. No empatizamos con los personajes. Shyamalan demuestra una preocupante incompetencia en la puesta en escena, propia de un principiante sin talento. Los momentos de supuesta tensión y dramatismo están resueltos sin garra ni inspiración y de la forma más funcional e impersonal. Cuando intenta aligerar la cosa a través del sentido del humor sentimos una profunda pena de que exista en el mundo alguien tan poco gracioso y al final lo único que deseamos realmente es que se enciendan las luces y salir a la calle, antes de que también nosotros deseemos atentar contra nuestras vidas.
Y el verdadero y único misterio en esta historia es saber que ha hecho el tipo que ha dirigido este film y el anterior con el verdadero M.Night. Espero que le libere pronto.
Tras el enorme fracaso económico y de crítica de “La joven del agua” mucho se juega Shyamalan con su nuevo film, “El incidente”, que nada menos que dirige, escribe y produce. La premisa del film es de lo más sugerente. Un día la gente comienza a suicidarse. Así, sin más. Todo comienza en Nueva York –donde si no- pero como si se tratara de una plaga el extraño acontecimiento comienza a extenderse a todas las grandes ciudades del noreste de EE.UU, posteriormente a ciudades mas pequeñas y finalmente a las zonas rurales de la costa este. Pronto sabremos que el motivo es una sustancia liberada por la naturaleza que afecta al cerebro de los humanos, llevándoles a quitarse la vida. Pero lo que es una premisa fascinante pronto se revela como una trama malsana y desafortunada por diversos motivos. El fundamental es lo terrible e innecesariamente morboso que resulta para el espectador el estar presenciando suicidios durante buena parte del metraje, suicidios en todas sus formas y variantes. El segundo error del film es la incapacidad del director en conseguir que consideremos unos arbustos, la naturaleza en si misma, como una amenaza real y aterradora, sencillamente es una idea que no funciona, mas allá de unos pocos minutos. Fruto de esa limitación argumental, el director se ve obligado a estirar la película con situaciones ridículas y que llegan a provocar vergüenza ajena. Si a esto unimos unos diálogos espantosos, unos personajes que en el esfuerzo del director por escapar de los clichés y los tópicos acaban por resultar poco o nada creíbles –ese militar torpe, la ermitaña psicótica, o la esposa del protagonista que parece estar alucinada durante todo el metraje- y una molesta sensación de arbitrariedad en todo cuanto acontece ante nuestro ojos, tenemos la receta infalible para el desastre.
Pero lo más decepcionante de “El incidente” es la nitidez con que pone de manifiesto la impotencia de su director como narrador. Nunca nos involucramos en lo que sucede. No empatizamos con los personajes. Shyamalan demuestra una preocupante incompetencia en la puesta en escena, propia de un principiante sin talento. Los momentos de supuesta tensión y dramatismo están resueltos sin garra ni inspiración y de la forma más funcional e impersonal. Cuando intenta aligerar la cosa a través del sentido del humor sentimos una profunda pena de que exista en el mundo alguien tan poco gracioso y al final lo único que deseamos realmente es que se enciendan las luces y salir a la calle, antes de que también nosotros deseemos atentar contra nuestras vidas.
Y el verdadero y único misterio en esta historia es saber que ha hecho el tipo que ha dirigido este film y el anterior con el verdadero M.Night. Espero que le libere pronto.
2 comentarios:
Gran crítica querido Truman, no puedo esta mas de acuerdo contigo.
M. Night tiene grandes ideas, que luego no sabe desarrollar y convierte sus películas en auténticas cagadas, excepto en El sexto sentido y en El bosque...
En este "incidente", aparte de esos diálogos y situaciones bochornosos, tenemos unos actores bastante pésimos (que hace la esposa quedada riendose en una de las escenas más dramaticas?). Un auténtico despropósito
Por lo que cuentas más bien parece que sus dos grandes filmes fueron fruto de una inspiración que parece que no se volverá a repetir. Quizá debería plantearse trabajar en equipo y buscar un guionista que desarrolle sus ideas. Excelente crítica. Tu talento sí es inagotable
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