Si el escritor japonés Yukio Mishima levantara la cabeza estaría orgulloso de que este grupo catalán lleve su nombre, especialmente tras la publicación de su cuarto álbum Set tota la vida; un disco delicado y oscuro pero a la vez vitalista.
El quinteto abanderado por David Carabén ha tomado la sabia decisión de sustituir el inglés de sus dos primeros discos por su idioma natal; el catalán, en el que ya interpretaron casi todos los temas de su tercer álbum.
En este nuevo trabajo encontramos canciones deliciosas, con arreglos preciosistas, en las que la lengua de Fabra se convierte en un instrumento más, que dota de matices frescos el pop de Mishima.
El disco arranca con fuerza gracias a La tarda esclata y alcanza su momento más álgido con Un tros de fang o Qui n’ha Begut. Lo único que se le puede reprochar a Set tota la vida es la canción D’un costat del carrer; terrible consecuencia de haber crecido escuchando a Lluís Llach. Por lo demás nos encotramos ante un gran disco que gana con cada escucha.
Lo mejor: Un tros de fang.
Lo peor: D'un costat del carrer. Tiene sabor a rancio desde la primera nota y va empeorando a lo largo de tres minutos y medio.
Curiosidades: uno de los componetes de Mishima, Óscar D’aniello es el responsable de Facto delafé y las flores azules.
Puntuación: 7/10
El quinteto abanderado por David Carabén ha tomado la sabia decisión de sustituir el inglés de sus dos primeros discos por su idioma natal; el catalán, en el que ya interpretaron casi todos los temas de su tercer álbum.
En este nuevo trabajo encontramos canciones deliciosas, con arreglos preciosistas, en las que la lengua de Fabra se convierte en un instrumento más, que dota de matices frescos el pop de Mishima.
El disco arranca con fuerza gracias a La tarda esclata y alcanza su momento más álgido con Un tros de fang o Qui n’ha Begut. Lo único que se le puede reprochar a Set tota la vida es la canción D’un costat del carrer; terrible consecuencia de haber crecido escuchando a Lluís Llach. Por lo demás nos encotramos ante un gran disco que gana con cada escucha.
Lo mejor: Un tros de fang.
Lo peor: D'un costat del carrer. Tiene sabor a rancio desde la primera nota y va empeorando a lo largo de tres minutos y medio.
Curiosidades: uno de los componetes de Mishima, Óscar D’aniello es el responsable de Facto delafé y las flores azules.
Puntuación: 7/10
3 comentarios:
No suena nada mal, gracias por la recomendación, dear Monsieur August
La música no está mal pero lo del catalan me suena un poco raro
Nunca en mi vida escuché a Llach. Pero zanx anyway por tu sinceridad.
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