domingo, 3 de febrero de 2008

HACIA RUTAS SALVAJES. LA HISTORIA QUE SEAN PENN NO SUPO CONTAR

Hacia rutas salvajes parte con una clara ventaja con respecto a otras películas; tiene una gran historia que contar.
Este quinto film como director del consagrado actor Sean Penn cuenta sin duda con más aciertos que errores, que puestos en la balanza hacen que Hacia rutas salvajes pueda ser considerada una película que merece la pena.
Basada en la historia real de Christopher McCanless, Into the wild cuenta la historia de un chico de veintidós años que, hastiado de la hipocresía de la sociedad y en busca infatigable de cierta verdad y sabiduría emprende un largo viaje que culmina en Alaska.
Sean Penn trata de contar una fascinante y conmovedora historia, lamentablemente no logra plenamente su objetivo. En su empeño por comunicar las razones por las que el protagonista emprende ese viaje, lo convierte en un adoctrinador con reminiscencias de Siddartha y acaba resultando, en ocasiones, un personaje caprichoso e inmaduro. Una auténtica pena ya que la historia podría haber ido mucho más allá si hubiera construido un personaje más real. Desde mi punto de vista Penn comete numeros errores, el más garrafal de todos es el introducir un grupo de hippies en el camino del protagonista, este hecho hace que, por aproximación, las loables y razonables intenciones del protagonista de huir de la sociedad enferma en la que, efectivamente vivimos, parezcan una cabezonería de niño pijo. El excesivo metraje del film (dos horas y veinte minutos) tampoco ayuda a respetar al personaje, además baja estrepitosamente el ritmo y la intensidad. Afortunadamente Penn sabe resolver la película con un conmovedor (y real) final. Entre sus aciertos cabe destacar la elección del narrador; la hermana del protagonista, ya que muestra paralelamente las consecuencias del inconformismo de Christopher, tanto para él como para su familia, pero sin duda el gran acierto es la elección Eddie Vedder como compositor e intérprete de la banda sonora y su función de reforzador de la narración. Llega a ser brillante la escena en la que suena el tema No ceiling en la que Vedder consigue, en un minuto y medio, que comprendamos al protagonista mejor que Penn en las dos hora y media de película. En cuanto a la realización se puede considerar correcta aunque obvia (las localizaciones y la narración daban para mucho más) y la interpretación de William Hurt resulta totalmente inverosímil y cargada de recursos actorales manidos, un auténtico error.
Podéis ver el clip del tema central del film, Guarateed, aquí.


Intolerable: el produce placement de una cadena de hamburguesas. Paradigma de la sociedad de la que desea escapar el protagonista y que, paradógicamente, le sirve para continuar su sueño.
Lo mejor: el uso de la música de Eddie Vedder para reforzar la narración.
Lo peor: el moralismo.

Nota: 6,5/ 10

4 comentarios:

lord carnavon dijo...

Estupendo artículo Monsieur.

La verdad es que ese tipo de historias tienen el riesgo de parecer el capricho hippie de un niño bien (yo conozco un caso en particular...) pero al fin y al cabo es una historia muy Sean Penn.

Anónimo dijo...

En una pequeña parte, siento el mismo impulso que el personaje. Solo que yo me iría a tierras escandinavas. Esto sería un capricho de alguien de clase obrera, eso sí. Genial crítica Monsieur A.; te admiro y te respeto al máximo. Sean Penn no deja de ser uno de los mejores artistas de la escena cinematográfica.

Anónimo dijo...

Yo había leido sobre la historia del chico hace años y me llamó mucho la atención pero creo que Sean Penn ha caido en todos los topicos y ha hecho una peli para adolescentes americanos idiotizados. me parece un insulto para la familia del protagonista real la película que ha hecho Penn

Anónimo dijo...

monsieur yo no lo hibiera dicho mejor