
En efecto Vega va por libre y "99.9 F°" es una buena prueba de ello. Es un disco muy personal una vez más y sorprendentemente exuberante en diversos pasajes del mismo. El ambiente de este cuarto trabajo es claramente diferente al intimismo de “Suzanne Vega” o “Solitude Standing” y a la accesibilidad y ensoñación un tanto de manual de “Days of open hand”. "99.9 F°" es un disco con raíces mas rockeras, posee una instrumentación mas rica y variada que cualquier disco de la artista y un aire de experimentación recorre el conjunto formado por estas trece canciones; Vega parece ser consciente de que será difícil para el oyente mantener la atención y comienza el disco con un revelador “Excuse me / If I may /Turn your attention/ My way /One moment/ I won't plead/ It isn't much/ It's what I need”
Con todo ello no es este, ni mucho menos, mi disco favorito de Vega. No es un trabajo homogéneo como su debut, ni poseedor de la gracia, la inspiración y la emoción de “Solitude standing”. La dispersión y variedad de ideas del disco hace que se desordene mentalmente en mi cabeza. Tiene demasiadas canciones, demasiado cortas algunas de ellas, con duración de dos minutos en muchos casos, y se renuncia a un intimismo lleno de hallazgos estilísticos en beneficio de cierto aire entre mecánico o industrial y circense en los arreglos (“As a child”, “Fat man & dancing girl”, “Blood makes noise”). Pero el problema básico para estar ante un disco insatisfactorio bajo mi punto es esa variedad de ideas, que se apilan en montones sin ser desarrolladas ni ordenadas de una forma coherente. A ese aire exuberante se le une el pop comercial muy brillante (“In Liverpool”, “As girls go”), que a su vez convive con baladas con tendencia a un irrefrenable sopor en su desnudez (“Song of sand”, “Private goes public”, “Blood sings”) perdiendo ese extraño equilibrio intangible que hace que en algunos discos esa combinación de elementos diversos encajen en perfecta simetría y en cambio en otros casos te parezca que se pierde cierto orden y el conjunto se asemeje a una suma de piezas oscilantes entre lo brillante y lo mediocre.
En cualquier caso "99.9 F°" es un disco recomendable a pesar de cierta sensación cercana a lo frustrante o lo decepcionante, pero solo bajo el prisma o la consideración de que su autora nos ha entregado varios discos memorables a lo largo de los años. Este disco por desgracia y a pesar de apuntes sobresalientes no podemos catalogarlo como tal.
CALIFICACIÓN; 6,5/10
IMPRESCINDIBLES; “As girls go”, “In Liverpool”, “When heroes go down”
LO MEJOR; La amplitud de miras de Vega que abre nuevos caminos estilísticos en muchos temas
LO PEOR; Para este disco son definitivamente un lastre algunas canciones que no dan la talla melódicamente (“Blood makes noise” o “Song of sand” son dos ejemplos)
Por Truman

PUNTUACIÓN: 9,5/10
LO MEJOR: Suzanne consigue moverse por terrenos que otras cantautoras no han seguido jamás.
LO PEOR: lo difícil que es para algunos encontrar la parte divertida e irónica de la cantante, así como su gran calidad como observadora. Y luego ponen en el currículum que saben inglés…
DESTACABLES: “No cheap thrill”, “Caramel”, “World before Columbus”, “Headshots”, “Birthday (Love made real)”, “Casual match”, “Thin man”…

Si en “Penitent” Vega pone las cartas sobre la mesa acerca de la sima emocional en la cual se encuentra, el resto del disco navega por similares aguas aunque bajo un tamiz de esperanza. En “Widow’s walk” no duda en considerarse una viuda que ha fracasado en su matrimonio, pero el estribillo resulta deslumbrante y aparece el futuro en forma de un horizonte quién sabe si repleto de promesas, en “Soap and water” vuelve al drama, esta vez desde el punto de vista de su hija (“Daddy’s a dark riddle/Mamma’s a handful of torrns/you are my little kite/caught up again in the/household storms”) con una melodía de una delicadeza que asombra y en “Song in red and gray” nos encontramos de nuevo los reproches, la vergüenza y las dudas (“Did I break the thread, or did you break the thread”) y el tono festivo de “Last year’s troubles” o “If I were a weapon” sirven de perfecto contrapunto para oxigenar y aligerar el conjunto a pesar de que sus letras siguen siendo reveladoras.
Son solo algunos ejemplos de la angustia que emana del disco y de los contrastes que Suzanne Vega trata de introducir a lo largo del mismo. Es este un trabajo bellísimo en lo lírico, aunque difícil de disfrutar en ocasiones por la dureza e intensidad de los sentimientos que hay en juego, y en lo estilístico abandona la ciudad y los cafés y el tono general se acerca a un pop con cierto aire rustico, de paisajes color sepia en el otoño del noreste de los EE.UU., en esos pueblos de casas con vallas blancas junto a desfiladeros bañados por el océano. Allí se encuentra el refugio de Suzanne Vega, y allí nos transportan estas trece canciones. Si no es un álbum a la altura de sus clásicos es por el bajón que pega en su parte final, con algunos cortes un tanto tediosos como la monótona “Harbor song”, o esa “Machine ballerina” que incide en los defectos de "99.9 F°". Por lo demás estamos frente a frente con una obra de una sinceridad abrumadora, de una lucidez que pone de manifiesto la inteligencia de su autora, impregnando a estas trece piezas de un buen gusto, una sensibilidad y un pudor a la hora de desnudar sus sentimientos digno de admiración.
CALIFICACIÓN; 7,75 / 10
LO MEJOR; La profundidad emocional que atesora el disco.
LO PEOR; La banalidad de algún tema frente a la seriedad del resto.
IMPRESCINDIBLES; “Penitent”, “Soap and water”, “Widow’s walk”, “St. Claire”, “Song in red and gray”, y “(I’ll never be) Your Maggie May”

PUNTUACIÓN: 9,5/10
LO MEJOR: lo bien que describe Nueva York y el contexto que imprime en todo el disco.
LO PEOR: ha vuelto a quedarse sin discográfica y no lo entiendo.
DESTACABLES: “New York is a woman”, “Frank & Ava”, “Ludlow Street”, “Pornographer’s dream”, “Edith Warton’s figurines”, “Angel’s doorway”…