viernes, 21 de noviembre de 2008

LADYHAWKE, DREAMEND, PLURAMON Y THE LITTLE ONES

A modo de resumen voy a comentar algunos de los discos que estamos escuchando en la redacción de Gesloten estas últimas semanas mientras hacemos nuestros quehaceres diarios. Son artistas que sin ser maravillosos han grabado algunos temas destacables y que todos hemos de escuchar.

Ladyhawke (Ladyhawke, 2008)

Con nombre de película de los 80, Ladyhawke es en realidad Phillipa Brown, una neozelandesa nacida en 1981. Su disco es un por momentos obvio, por momentos brillante, homenaje a la música de la década en la que nació. Ponerte el disco de arriba abajo es una experiencia ardua y pesada, tanto como cascarte un “Grandes éxitos” de Modern Talking, pero dentro de su álbum de debut hay temas rescatables y francamente brillantes. Personalmente me quedo con “Magic” que me recuerda bastante a Ladytron cuando están inspirados y no se empeñan en tocar en directo, “Morning dreams” que es una balada a la deriva entre Cyndi Lauper y el Mike Oldfield no instrumental, esa “My delirium” que apesta a purpurina a neones y a calentadores de colores, y la mejor de todas, esa “Crazy world” reluciente, recién sacada de un film de John Hughes. La modernidad la amó en un principió, pero todo pasa, y a la pobre Ladyhawke ya empiezan a caerle palos por doquier. Absurdo si pensamos que lo único que quería es divertirse un poco.

Dreamend (The long forgotten friend, 2008)

Gracias a Chico Estelar ha llegado a nuestro reproductor de mp3 este músico, norteamericano de Chicago. Una portada inquietante nos da la bienvenida a un mundo fértil creativamente e imaginativo de un artista sorprendente que ha facturado un álbum lleno de ambición y pretensiones. Con una tendencia natural a una psicodelia bastante melódica, y con apuntes a pie de página en forma de shoegaze, y de pop luminoso tamizado por atmósferas enrarecidas, estamos ante un trabajo que debemos dejar reposar, reflexivo y estimulante. Solo el paso de las semanas nos dirá si estamos ante un gran disco, o ante fuegos de artificio olvidables, pero por el momento disfrutamos de temas como “If only for a day”, “The tulip staircase” o la extraña “Fourth of july at the asylum”. Recomiendo leer el post en “A letter for the stars” para mayor información. Para escucharlo, pasad por su MySpace.

Pluramon (The monstrous surplus, 2007)

Disco decepcionante en cierto modo. Teniendo en cuenta que estamos en un post sobre recomendaciones musicales debería explicar por qué es decepcionante: Pluramon tienen un problema que les ha ocurrido a muchos artístas. Se trata de haber grabado dos canciones maravillosas. Y las han colocado como los dos primeros cortes del álbum: “The monstrous surplus” y “Border”. De forma que cuando las escuchas por primera vez caes fascinado y hechizado en ese mundo de ecos, de sueños y mundos deformes que bebe de la melancolía y ensoñación de Cocteau Twins y Cranes pensando que estás ante un grupo llamado a cambiarte la vida. Nada más lejos de la realidad, porque luego llega el corte nº 3 y no te dice nada, te corta todas las vías de conexión con esos universos fabulosos...pero luego llega la cuarta y la quinta y al sexto tema has perdido toda esperanza, a pesar de la presencia de Julee Cruise, por allí solo encontramos un batiburrillo de electrónica oscura y con tendencia al tedio y a lugares comunes de manera que solo te queda regresar con una frustración creciente a las dos primeras canciones que te maravillaron y que después de escuchar las medianías que las sucedieron han crecido: suenan sublimes, imponentes e inolvidables. Escúchalos en su MySpace.

The little ones (Morning tide, 2008)

The little ones son un quinteto californiano que han grabado un disco de debut con una portada bonita y poco más. Hacen un pop alternativo con influencias de Beach boys, y del brit pop de los 90 pero sin llegar a la altura del zapato a sus modelos en la mayoría de las ocasiones (un ejemplo es “Morning tide”). Bueno en realidad si tienen algo más. Un temazo que estalla como una bomba de relojería en el ecuador del disco, y que entre todo este batiburrillo de ideas de otros asaltadas sin demasiada inspiración (“Ordinary song” parece de The magic numbers que tampoco era un grupo precisamente lleno de hallazgos propios) resulta refrescante y acaba por convertirse en un tema de “Repeat” en tu reproductor. Se trata de "Tangerine visions". El disco de The little ones es fácil de escuchar. Otro cantar es que resulte interesante. Si te gusta lo amable y lo entrañable te gustará este grupo, si no ponte “Tangerine visions” a soñar un buen rato y olvídate del resto.

1 comentario:

monsieur august dijo...

Gracias por las recomendaciones. Me quedo con los dos temazos increíbles de Pluramon. Todo lo demás me suena trillado, manido y/o pretencioso. Basta ya de putos homenajes a los ochenta por favor, me niego a escuchar nada más que tenga el más mínimo guiño a la década más desgastada de la historia. En cuanto a la recomendación de nuestro respetado y admirado Chico Estelar a mí me resulta cansino pero viniendo de alguien con un gusto tan exquisito le daré otra oportunidad