El último filme de Bruce LaBruce, director de origen canadiense del que no tenía idea de su existencia, ha sido estrenado en España a través del festival gay de Madrid (Lesgaicinemad). Se trata de “Otto; or up with death people”, que ya fue mostrado a principios de año en la Berlinale. Lo que ocurre en este país es que muchas películas de temática homosexual todavía son consideradas una especie de producto underground que solamente tienen carta blanca a través de eventos centrados en el tema, como es el caso del organizado por la Fundación Triángulo.
Aunque bien es cierto que más de un cincuenta por ciento de lo que se emite en este festival no son más que truños estereotipados herederos de películas como “Priscilla, reina del desierto”. De la promo del Lesgaicinemad, donde plantan a dos lesbianas y a dos gays pasándose con la boca una manzana, mejor ni hablamos.
Bruce LaBruce es un director denominado “queer”, un movimiento que se gestó en los ochenta y cuyos cimientos se basan, según me explicó una vez la filósofa Beatriz Preciado, en revelarse contra etiquetas. Y también, en asumir el insulto de maricón o bollera como identidad (de ahí el término “queer”). En resumidas cuentas, si por ejemplo a ti, lesbiana, te dicen que eres una camionera aficionada a las tijeras tu contestación como buena queer sería: “pues sí, ¿y qué?”.
El filme “Otto; or up with death people”, localizado en la siempre apasionante capital alemana, Berlín, narra el devenir de un zombie gay –que puede que no lo sea y esté mal de la cabeza, pero no quiero desvelaros la historia- que comienza a grabar una película con una directora lesbiana –no os perdáis el personaje de la novia de ésta porque es lo mejor de la película- muy crítica con el capitalismo y desde luego, un saludo al personaje de Morticia Adams de la fantástica Angelica Houston (gran frase: “me encantan los cumpleaños, te recuerdan que cada vez estás más cerca de la muerte”). Como suele hacer LaBruce, se mezclan tintes de pornografía homosexual con alusiones antisistema y momentos bastante divertidos. Digamos que “Otto…” es una metáfora de gente que en el fondo está más muerta que viva en la que se combinan varios ingredientes que también podrían ser una bonita historia muy a lo Tim Burton, por momentos muy experimental y con arrebatos de performance o de cualquier instalación artística en el MUSAC de León. Se trata de una película de un solo visionado, curiosa y tétrica, con sexo guarro, mucha sangre, vísceras ocasionales y que seguramente es lo mejor que ha podido ofrecer el festival de cine gay de Madrid, porque el resto, más de lo mismo. 6/10
Trailer de la película
3 comentarios:
Fantástico post my lady rusa... el trailler me ha dejado loca, y desde luego el argumento me parece de lo más original.
"Up with death people"!!
Me gustó mucho la película, tal vez porque esperaba algo totalmente diferente. Coincido en que lo mejor es la novia de la cineasta metafilosófica. Me alegro de no haberte llevado a ver un truño y eso que el marco en el que se proyectaba es otro indicativo de que, culturalmente, somos el norte de África.
Un abrazo.
Efectivamente, este país denota en muchos aspectos su bajo perfil con respecto a muchos países europeos. Aunque en el tema gay, también es cierto que el nivel de estereotipo y jilipollez lo compartimos con (casi) todos. Desde que ví el filme me he dado cuenta de la cantidad de ottos que hay por las calles. Un abrazo
Publicar un comentario