- Comprar en el mercado una cola de rape o “sapito”. Que esté limpia de piel y espina, si es posible.
- En casa abrirlo a la mitad siguiendo la espina con el cuchillo. Lo normal es que salgan 2 lomos de cada cola. Guardar la espina para hacer un caldo otro día.
- Marcar el lomo en la sartén con un poco de sal y aceite hasta que coja un poco de color. Añadir pimentón para que tenga un color rojizo llamativo.
- Reservar.
Para la guarnición:
- Cortan en rodajas finas unas patatas y confitarlas en aceite de girasol con un par de dientes de ajo. Confitar es cocer algo en aceite.
- Cuando estén hechas ponerlas en el plato a modo de cama para el rape.
Para el mojo:
- Triturar unos dientes de ajo en crudo en un vaso eléctrico o con mini-pimer, añadirle un poco de aceite para que se vaya convirtiendo en una pasta manejable, añadirle sal, un poco de tabasco y pimentón picante. Todo ello según el gusto de quien este preparando el mojo. Si quedara muy espesa y para no cargarlo mucho de aceite añadirle un poco de vino blanco para aligerar la mezcla.
Acabado:
- Una vez puestas las patatas en el plato cortar el rape marcado, después colocarlo encima de la guarnición dándole altura.
- Acabar salseando con el mojo por encima. Ssuele hacerse en frío, pero si alguien prefiere darle un poco de calor no hay ningún inconveniente.
Para mi gusto frío es lo mejor y si el rape esta un poco crudo……mejor que mejor.
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