Hace ya algunos meses que se puso en circulación “Cuando miramos al sur” segundo largo del grupo Montevideo, dúo formado por el sevillano Manu Villalba y por la argentina Damiana Dubatti. El disco está publicado en Jabalina.
No estamos pues ante la última novedad del pop español. Si he tardado tanto tiempo en escuchar este CD es debido a la falta de necesidad y urgencia que tengo por escuchar un disco de cualquier grupo español, así en general. Pero una vez vencidos mis prejuicios he de reconocer que el sucesor de “Transoceánico” es un trabajo muy interesante y disfrutable.
Montevideo se sirve de composiciones evocadoras, apoyadas en ritmos electrónicos y con estribillos irresistibles para arrastrarnos con ellos a lo largo de los diez temas de este “Cuando miramos al sur”. Con letras con tendencia a la melancolía, el pop del dúo es de manual, sin demasiados sobresaltos, pero estamos ante un disco cuidado, bonito y que es deudor indudablemente del pop que facturó Mecano en los años 80. Es especialmente patente ese parecido cuando toma la voz cantante Damiana en los coros. Pero la alargada sombra del grupo de los insoportables hermano Cano (sus canciones son otro cantar, muchas eran y serán siempre sobresalientes) sobrevuela durante prácticamente todo el metraje del disco, convirtiendo este disco en imprescindible para todos los que disfrutaron del grupo que reinó durante diez años la escena española. Especialmente acusada es esa influencia en los tres primeros cortes del disco (“Superstición”, “Tiempo muerto” y “Cuando miramos al sur”), posiblemente los mejores del disco, aunque el resto no desmerece necesariamente. No obstante no solo de ecos de Mecano vive Montevideo aunque la mayor parte tienen como denominador común el pop de la década de los 80: Carlos Berlanga, O.M.D. (especialmente en “Intentos”), La Unión, Pet shop boys, Family etc, etc...todos ellos conviviendo en una sorprendente armonía.
Como ese sur al que se refieren, las canciones de Montevideo respiran calidez, encanto además de un amor por los pequeños detalles, en forma de arreglos delicados y de esos juegos vocales entre ambos miembros, que les hacen sacar la cabeza por encima de esa decena de bandas españolas ante las cuales la crítica se deshace en elogios pero que no dejan de tener una torpeza y un espíritu amateur fuera de lugar. Montevideo son un grupo de dos buenos músicos, que saben hacia donde se dirigen y consiguen involucrar al oyente en ese viaje a través de senderos polvorientos que trascurren junto a desfiladeros contra los que rompen las olas.
CALIFICACIÓN; 7/10
LO MEJOR; El encanto indiscutible que tiene el disco.
LO PEOR; Según avanzan los cortes del disco tienden a hacerse un poco monótonos.
IMPRESCINDIBLES; “Superstición”, “Tiempo muerto”, “Cuando miramos al sur” y “Una ciudad feliz”.
No estamos pues ante la última novedad del pop español. Si he tardado tanto tiempo en escuchar este CD es debido a la falta de necesidad y urgencia que tengo por escuchar un disco de cualquier grupo español, así en general. Pero una vez vencidos mis prejuicios he de reconocer que el sucesor de “Transoceánico” es un trabajo muy interesante y disfrutable.
Montevideo se sirve de composiciones evocadoras, apoyadas en ritmos electrónicos y con estribillos irresistibles para arrastrarnos con ellos a lo largo de los diez temas de este “Cuando miramos al sur”. Con letras con tendencia a la melancolía, el pop del dúo es de manual, sin demasiados sobresaltos, pero estamos ante un disco cuidado, bonito y que es deudor indudablemente del pop que facturó Mecano en los años 80. Es especialmente patente ese parecido cuando toma la voz cantante Damiana en los coros. Pero la alargada sombra del grupo de los insoportables hermano Cano (sus canciones son otro cantar, muchas eran y serán siempre sobresalientes) sobrevuela durante prácticamente todo el metraje del disco, convirtiendo este disco en imprescindible para todos los que disfrutaron del grupo que reinó durante diez años la escena española. Especialmente acusada es esa influencia en los tres primeros cortes del disco (“Superstición”, “Tiempo muerto” y “Cuando miramos al sur”), posiblemente los mejores del disco, aunque el resto no desmerece necesariamente. No obstante no solo de ecos de Mecano vive Montevideo aunque la mayor parte tienen como denominador común el pop de la década de los 80: Carlos Berlanga, O.M.D. (especialmente en “Intentos”), La Unión, Pet shop boys, Family etc, etc...todos ellos conviviendo en una sorprendente armonía.
Como ese sur al que se refieren, las canciones de Montevideo respiran calidez, encanto además de un amor por los pequeños detalles, en forma de arreglos delicados y de esos juegos vocales entre ambos miembros, que les hacen sacar la cabeza por encima de esa decena de bandas españolas ante las cuales la crítica se deshace en elogios pero que no dejan de tener una torpeza y un espíritu amateur fuera de lugar. Montevideo son un grupo de dos buenos músicos, que saben hacia donde se dirigen y consiguen involucrar al oyente en ese viaje a través de senderos polvorientos que trascurren junto a desfiladeros contra los que rompen las olas.
CALIFICACIÓN; 7/10
LO MEJOR; El encanto indiscutible que tiene el disco.
LO PEOR; Según avanzan los cortes del disco tienden a hacerse un poco monótonos.
IMPRESCINDIBLES; “Superstición”, “Tiempo muerto”, “Cuando miramos al sur” y “Una ciudad feliz”.
Su MySpace aquí.
2 comentarios:
Interesante gracias por la info
Acabo de llegar de Oporto y aproveché para comprarme el disco del 30 aniversario de la Warner en Brasil, de la artista Elis Regina, la mejor (para mí) cantante Brasileña, que se suicidó cerrando la puerta de su habitavción y diciendo esta noche no estoy ni para Dios.
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