viernes, 11 de julio de 2008

DESMONTANDO A ANA ROSA

Hace mucho que no hablo sobre televisión ni nada que tenga que ver porque al abordar cualquier tema relacionado con este medio, no puedo evitar que broten sapos y culebras desde el teclado de mi ordenador –salvo en muy contadas ocasiones-. No quiero ni pretendo parecer un ser resentido y en algún recoveco de mi mente todavía conservo la esperanza de cambios, de buenos programas y de canales de calidad que ofrezcan cultura y entretenimiento de verdad. Parece que de momento, todo es una entelequia: se gana mucho tiempo haciendo otras cosas. Leo en el elmundo.es (el corrector de Word cambia “elmundo” por “Edmundo” continuamente) que Ana Rosa Quintana, a la que cordialmente llamo “Ana Copia” –a mí no se me olvidan las cosas- se va de vacaciones. Nuestra Oprah Winfrey particular –con permiso de la imposible María Teresa Campos- anuncia cambios, pero también que se quiere retirar para dedicarse a su faceta de empresaria. Y en definitiva, que está cansada porque trabaja cuatro horas diarias. Supongo que aprovechará para escribir otra obra maestra, sublime, como “Sabor a hiel”, que desde aquí os recomiendo como libro de cabecera para este periodo estival (ah no, que está descatalogado). Digo esto porque además le encantaría hacer un culebrón, según comenta.

Los redactores de su repugnante programa -ese que pasa de un maltrato a una mujer o un asesinato sin resolver a los comentarios de su marioneta particular, Belén Esteban- llegan todos los días a las 7 de la mañana a Telecinco para que Ana Copia tenga todo bien cocinado y masticado. Entre otras proezas periodísticas, van a entierros para preguntar en directo a los familiares de la víctima en cuestión que cómo se sienten metiéndoles el micro por la boca hasta ahogarles. Conozco a dos que tuvieron pesadillas durante todo un verano, en una sustitución que hicieron en el espacio, porque soñaban con que la directora les perseguía gritando “¡Tetas, tetas, quiero tetas!” (en la realidad, ocurrió una mañana). Estos sí que necesitan vacaciones. Porque ser periodista en muchos sectores, al contrario de lo que piensa alguna moderna por ahí que se jacta de entrar en todas las fiestas gratis a pesar de cobrar un sueldo mísero (de lo que pagan en muchas revistas mejor hablamos otro día), no es precisamente la profesión más respetada en este país. Pero eso, Ana Copia ya no lo sabe o lo ha olvidado. Se fue de rositas, valga la redundancia de su 2º nombre, de un plagio literario y se dedica a engrosar su cuenta bancaria a costa de hacer basura y de participar en el descalabro al que está asistiendo la televisión.
Me gustaría contactar con los documentalistas de Antena 3 para que recuperasen unas imágenes de los tiempos en los que Ana Copia trabajó en esa cadena –en la que también tiene un programa vomitivo a través de su productora, llamada Cuarzo, donde una vez me propuso un señor con un ojo morado que hiciese cámaras ocultas a horas imposibles por un sueldo grotesco y poniendo yo el coche-. En un programa de esa televisión que presentaba la autora del sublime “Sabor a hiel”, criticaba el hecho de que la Campos llevase como tertuliano al tal Lecquio. “Sí quiere ser periodista, que haga la carrera, como todos; y prácticas gratis, como hice yo”, decía. Años más tarde, incluyó a la caricatura aristocrática en sus momentos de tertulia, junto a la Esteban y al resto de locas plañideras que les acompañan. En fin, Ana Copia, te damos carta blanca para que te largues, te retires, desaparezcas, huyas sin mirar atrás, te escondas, te comprimas, te retuerzas, te insertes más hilos de oro, te dediques a tus labores que seguro son muchas… lo que te dicte el bótox.
Os dejo con un momento impagable de su programa, rescatado por el espacio “Sé lo que hicisteis…” de La Sexta.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabor a hiel llegó a una 7ª Edición? No doy crédito, y qué luego se diga que en España no se lee...

Sakena dijo...

Qué bien! no conocía el título de la obra ... y yo que me empeñaba en leer algo de Salman Rushdie.

¿Quién es Ana Rosa Quitana?

gaspashá gorkovskaya dijo...

Ana Rosa Quintana es uno de los paradigmas y ejemplos de cómo triunfar en este país. Qué crudo.
De todos modos, está claro que no es la única que ha plagiado; lo que pasa es que en España es fácil hacerlo, ya que nadie lee lo suficiente como para darse cuenta. En el caso de Quintana, sí es cierto que su negro o negros, fueron a por ella; pero le salió bien al fin y al cabo.

ROBERT HINDELL dijo...

Creo que estas siendo demasiado cruel con la pobre AR. Alguien que es capaz de meterte en un programa diario a Belén Esteban y conseguir que no la echen a patadas de la cadena es admirable y denota un finísimo sentido del humor, que sólo unos pocos podemos identificar. Pero vamos, que unas vacaciones de ella no nos sentarán mal a nadie....

Justo dijo...

Enhorabuena -con retraso- por esta suculenta entrada.

(Prefiero mil veces a Belén Esteban, y no me interpretéis mal.. le veo más mérito aguantando ella a AR que no al contrario..).

Un abrazo