miércoles, 16 de julio de 2008

SPITERI QUIERE SER COMO DUFFY

Desde que Amy Winehouse se hizo de oro con su colección de canciones soul con reminiscencias de otra época, otras muchas artistas han intentado seguir su estela. Primero fue Adele. Y luego sobre todo apareció Duffy. Mirándose tímidamente en los espejos de Nancy Sinatra, Dusty Springfield o Bacharach, la novata se está forrando a vender discos. Soul elegante, con un poso melancólico, eso sí, limando las aristas mas incomodas de Winehouse. Duffy es dulce, muy rubia, amable con la prensa y sus letras no contemplan los tacos ni salidas de tono. No toma drogas, ni alcohol, o al menos no consta. Como presencié alucinado un buen día en la sección musical de El Corte Inglés: “es como Amy Guanajaus, pero en buena chica” (sic). Así le vendió a un cliente su disco una experta dependienta del gran almacén.

En esta coyuntura llega el primer disco en solitario de Sharleen Spiteri. Nos gusta mucho Sharleen. Su carrera en la banda escocesa Texas es cuanto menos interesante, lo que demuestra una inquietud como artista. Su banda ha tocado todos los palos. Rock con raíces en sus inicios, pop épico de los que marcan época después (“White on blonde”, su mejor disco), un poco de R&B en “The hush” y canciones con campanitas, que es un género en si mismo (“Summer son”) y pop luminoso, tonto a ratos, pero estimulante en el infravalorado “Careful what you wish for”. Imposible en definitiva, que con semejante amplitud de miras, a alguien no le gusten al menos diez o doce temas de su banda.

En este “Melody”, lamentablemente Sharleen, como productora e interprete, prefiere no molestar demasiado. Prefiere el diáfano modelo Duffy al desgastado pero mil veces más apasionante de Winehouse, por mucho que la ex de Texas luego vaya lanzando guantazos por ahí. Pose de modelo ideal para la sección de moda de El País Dominical en su terrible portada y canciones limpias, perfectas para escuchar una tarde sin mayores emociones, evitando las complicaciones. Soul de manual añejo facturado, solo parcialmente, por un productor listo, Bernard Butler, primer guitarra de Suede, y sorpresa, responsable del sonido de Duffy...Todo muy bonito. Cerebral, calculado al milímetro, pero ay, sin riesgo ni pasión, ni ganas de asomarse, aunque sea un poco, al precipicio. Así es el debut de Sharleen Spiteri.

CALIFICACIÓN; 6/10
LO MEJOR; La voz de Spiteri siempre resulta bienvenida.
LO PEOR; Su desesperada pulcritud.
IMPRESCINDIBLES; “Where did it go wrong”, “It was you”, “I’m going to haunt you”.
Su single es "All the times I cried". Su web, aquí.

1 comentario:

gaspashá gorkovskaya dijo...

Divertídisimo lo de la dependienta de el corte inglés, pero la verdad que ella refleja lo que la misma prensa retrata, winehouse es la "mala" y duffy la "buena", rubia y morena, cara y cruz y todas esas cosas que tanto gusta propagar a los medios (creo que ambas están sobrevaloradas, pero esa es otra historia).
Con respecto a Sharleen Spiteri, me gusta su single, pero tienes razón, de repente aparece como la hermana mayor de Duffy, y con vestidos como los que se compraba mi abuela en sepu; y claro, después de verla tantos años con vaqueros... No obstante, su voz es bienvenida y es evidente que con su disco no ha venido a salvar la música de nada, como bien reflejas.