jueves, 24 de julio de 2008

SATURDAY NIGHT FIBER: SIOUXSIE, MORRISSEY Y MY BLOODY VALENTINE SUBEN (MÁS) LA TEMPERATURA EN MADRID

El pasado sábado 19 de julio, uno de los más calurosos en lo que llevamos de año, asistimos a la primera edición del Saturday Night Fiber en Madrid. Se trataba, como venimos viendo en los últimos meses, de la respuesta de los organizadores del Festival Internacional de Benicassim a la coincidencia de fechas con el Summercase en la capital. No es de extrañar que el público que asiste a escuchar música –no el que va a meter la pata y colocarse, ese al que le importa un pimiento el artista que toque- mande a freír espárragos este tipo de eventos. Y es que, aparte de las polémicas entre empresarios ávidos de sacar dinero a toda costa, los productores del FIB madrileño, viendo que no estaban vendiendo demasiadas entradas, decidieron ofertar un dos por uno pocos días antes del festival. Imaginaros la cara de paisaje con la que se quedaron los previsores que pagaron 70 euros… no hacen falta más motivos para hacer mutis por el foro y dejar de pertenecer al grupo sufridor de aficionados a la música. No aprenden del cataclismo de las grandes discográficas, pero los festivales están condenados a seguir el mismo camino gracias a sus organizadores, por caraduras e irrespetuosos.

Como la mayoría de las veces los cantantes y grupos no tienen la culpa –ya están pagando el pato de las descargas por Internet y la piratería, y por los motivos anteriormente expuestos tendrán que ponerse en huelga como los guionistas estadounidenses- vamos a hablar de los tres artistas que, a nuestro juicio, merecían más atención en la calurosa velada del Saturday Night Fiber. También hay que hablar de la especie de sartén en la que se celebró, un auditorio imposible situado en un extremo del Parque Juan Carlos I, a unos 20 minutos andando del metro Campo de las Naciones. Los que manejan el negocio de la cultura siempre miran por sus consumidores y, en este caso, velaron por que hiciésemos un poco de deporte entre ciclistas perdidos que nos preguntaban si eso que se oía era un concierto de música heavy –más o menos como lo de la “Guanajaus” que contaba Truman en su post sobre el último trabajo de Sharleen Spiteri-. Indescriptible.







Poco antes de llegar terminaban de tocar los Babyshambles, el grupo de Pete Doherty. Nos dijeron que estuvieron de lo más aburrido. Posiblemente, su líder no encontró dealer antes de actuar y por eso no le puso ganas al asunto. Tras ellos, salió al escenario –lo llenó, y de qué manera-, uno de los mitos vivientes de la escena punk británica de los años 70-80, a la que Alaska, Ana Curra o la periodista Paloma Chamorro (¿qué ha sido de Paloma Chamorro?) y tantas otras copiaron hasta la saciedad: la incombustible Siouxsie. La cantante, en plena forma a sus 51 años –y sin necesidad de bótox o hilos de oro- repescó clásicos de sus épocas con The Banshees: comenzó con “Israel” y ofreció temas como “Dear Prudence”, “Happy House”, “Nightshift”, “Arabian Nights” y “Hong Kong Garden”. Además, presentó su primer disco en solitario, “Mantaray”, con algunas canciones como la genial “Into the swan”, con la que dio por terminada su impagable actuación. Ni un sólo "pero"… ni siquiera a su vestuario. En otra quedaría pasado de rosca, pero es que Siouxsie es mucha Siouxsie.

Tras ella, saltó al escenario el esperado Morrissey, que comenzó muy bien pero fue decayendo porque cantó temas no tan conocidos que dejaban a sus seguidores más bien fríos. Rodeado por un grupo de jóvenes músicos vestidos con camiseta amarilla –bastante profesionales-, el ex líder de The Smiths comenzó con su clásico “I am the last of the famous international playboys”. Entre los éxitos de su ex banda tocó “The death of the disco dancer”, “Vicar in a tutu” y “How soon is now”, con la que terminó. De su propio repertorio, cantó “The first of the gang to die”, Irish blood, english hart”, “That’s how people grow up o “I want to see the boy happy”. En medio de toda esta amalgama de temas, Morrissey hizo comentarios contra el Fnac de Madrid y aprovechó que está en el país de los toros para criticar el tema. Sudaba como un pollo –no me extraña- y tuvo que cambiarse de camisa para luego terminar quitándosela antes de desaparecer del escenario. No estuvo mal, pero falló un poco el set list.



My Bloody Valentine apareció tras el ex líder de The Smiths –rodeados de amplificadores para dar buena cuenta de su estilo-. Salvo tres o cuatro canciones, repitieron los mismos temas que tocaron en la Round House de Londres el mes pasado. No es lo mismo escucharles en un local cerrado que al aire libre, pero siguieron siendo espectaculares (y el sonido de reactor al final de “You made me realise”, a pesar de los 20 minutos que lo alargaron, 10 o 15 minutos menos que en la capital británica, fue bastante más llevadero debido a las condiciones del auditorio).
Muchos fueron los factores –algunos ya mencionados- que nos llevaron a abandonar el recinto antes de ver los conciertos de Hot Chip y Mika. El cansancio, el calor… Sobre todo, el escenario había sido ya brutalmente colmado por Siouxsie, Morrissey y My Bloody Valentine. Los artistas que venían detrás ya no podían hacer nada para estar a la altura.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnífica crónica, amiga Gaspashá. Totalmente de acuerdo con lo que dices. Siouxsie y Morrissey con su sola presencia dejaron en pañales (o bragas) a esas penosas y mediáticas estrellitas del "nuevo rock made in papel cuché", que con toda la parafernalia mediática parecen algo, pero que luego no valen ni para llenar un cubo de vómito. O como el Mika, que por las fotos, tiene que montar una especie de circo a lo "Wonderland" porque si no... Algún día se darán cuenta los promotores de que Madrid no es una ciudad nórdica y que organizar un macrofestival aquí en verano es una llamada al suicidio colectivo. Os dejo un link a mi journal donde hago mi propia crónica, nada profesional y totalmente subjetiva:

http://users.livejournal.com/_invierno_/

Abrazos.

JC's brother

Anónimo dijo...

Me ha encantado tu post Gaspashá (o Gazpachá, como te llamaron en un post anterior y me encantó).. qué genial!.
Nunca he visto en directo a My bloody Valentine.. pero me encantaría verles. Al próximo concierto me apunto con vosotros
Besos
Male

Anónimo dijo...

Muy fuerte lo de ofrecer un 2x1 el último día. Desesperados que estaban los pobres con el número de entradas vendidas, pero me parece que no se justifica y estás tratando de imbecil a parte de tu clientela, la que pago todo el importe por comprarla con tiempo.

gaspashá gorkovskaya dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, amigo -y siempre esperado- Invierno (mi época del año por encima de todas). Invito a todos a leer tu crónica del evento, muy profesional y con la que todos estamos muy de acuerdo.
Male, merece la pena ver a My Bloody en directo, a la próxima te aviso -y te daré- tapones para los oidos por lo del sonido reactor.
Rey pescador, tienes razón, al final por tratar de imbéciles al público, terminarán por perderlo.