domingo, 15 de febrero de 2009

REPO. LA ÓPERA EMO

Cuando una película es publicitada como un film que se convertirá en obra de culto automáticamente hay que desconfiar.

Repo! The Genetic Opera es obra del director Darren Lynn Bousmann, conocido únicamente por Saw II, III y IV, lo que en principio no vaticina nada bueno. La película es una especie de musical en clave de ópera metalera con una trama que parte de un mundo devastado por una epidemia que causa fallos orgánicos. En medio de este Apocalipsis surge Gene Co una compañía de biotecnología que permite la salvación mediante el reemplazo de órganos, eso sí, a cambio de una pesada hipoteca que si no pagas puede llevarte a perder esos órganos a manos de un Repo Man.

La película comienza con el Ladrón de Tumbas como maestro de ceremonias y desconcierta desde el inicio, pues no es un musical al uso, sino una sucesión de guitarrazos metaleros con unos actores que oscilan entre el canto y el bel canto según sus capacidades. Se confía tanto en el esteticismo en sí, que a veces uno no sabe ni lo que está viendo bombardeado por tanto barroquismo.

En el reparto encontramos a un aceptable Paul Sorvino como el dueño de Gene Co, un hombre de negocios a punto de morir y en la diatriba de elegir un sucesor. Uno de sus retoños es el desquiciado Bill Moseley en una horrible actuación que recuerda al Jim Carrey más estridente, el otro hijo no merece ni reseña por su escasa aportación parapetado tras una máscara y el tercero es una Paris Hilton convincente por el hecho de que se interpreta a sí misma: una niña rica adicta a la cirugía. El reparto lo completan un Anthony Stewart que hace lo que puede por salvar el inverosímil papel de doctor y padre modélico de día y feroz repo de noche, Alexa Vega como su ñoña hija Shilo, y Sarah Brighton como Mag, la cantante ciega imagen de Gene Co de la que únicamente puede decirse que canta bien (para eso es soprano). Para olvidar los excesos de maquillaje que hacen que uno por momentos no reconozca ni a la propia Paris.

El problema de la película es que debería ser una ópera de nuestros días, con una historia dramática, pero nos encontramos con un despropósito que obvia el partido que podía haberse sacado a la trama y desemboca en una historia cursi por mucha víscera que se meta. Se ha hablado mucho de su comparación con The Rocky Horror Picture Show (ojo que en Halloween verá la luz un remake), pero es que tampoco hay mucho humor en Repo.

La película no es más que un inmenso y pretencioso video clip a medio camino entre los Tokyo Hotel y Evanescence en el que sólo cabe destacar el esfuerzo realizado en la banda sonora, aunque en este caso hablamos de un sonido más emo que nu metal. Parece que sólo se ha cuidado la imagen olvidando el desarrollo de la historia y el resultado es un largo empastre de cosas ya vistas, inconexas entre sí, entre las que destacar: Akira, El Cuervo, Sin City, Moulin Rouge, el ya citado Rocky Horror Picture Show, Tim Burton, Lestat el vampiro y todo lo que se os ocurra dentro de un estética mezcla de Blade Runner y el S. XIX donde uno espera encontrar a Avril Lavigne de un momento a otro. Es curioso como se recurre a la estética del XIX como imagen de un mundo decadente quizá reflejo del nuestro propio pero, como hemos dicho, no esperéis una historia de Dickens.

Con todo, lo peor es la falta de un guión sólido, de algo que enganche o emocione, lo que convierte la película en un soporífero video musical sin una historia clara en el que lo único que sobresalta es algún guitarrazo que otro.

En resumen, que de siniestro nada, ñoñería emo. Una película generacional que no dudo que tenga numerosos seguidores en todo el mundo, pero para pelis emo casi me quedo con Crepúsculo, que al menos está muy bien hechita.

2 comentarios:

gaspashá gorkovskaya dijo...

Gracias por avisarnos de este despropósito, ya solo con saber que Paris Hilton anda involucrada es buen motivo para salir huyendo sin mirar atrás

lady foster dijo...

Pues mira que yo tenía bastante curiosidad por verla, ahora casi es mejor no hacerlo...