Menos mal que hay una posibilidad entre más de 6.000 millones, pero si por lo que fuera me encontrase frente a frente con la imposible presentadora peruana Laura Bozzo, aparte de salir corriendo en dirección contraria o darle una patada en las espinillas, trataría de sacar fuerzas para preguntarle cómo es capaz de gesticular tanto con esa bocaza y con todo el bótox e hilos de oro que lleva encima. En las últimas semanas, la prensa está revelando que la que se llama a sí misma “abogada de los pobres” ofrece falsos testimonios en el espacio que conduce. Además, el escritor y periodista Jaime Bayly ha destapado en su programa de la televisión peruana, “El Francotirador”, que la rubia [de bote] engendro de la naturaleza utiliza a menores de edad para sus historietas. Y ya no me meto a hablar de los líos judiciales de la Bozzo por sus vínculos con el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos porque Gesloten es Alta Cultura y por suerte las televisiones están cerrando sus puertas para que no se introduzca ni un solo milímetro de bótox en sus instalaciones.
El tema de los falsos testimonios en este tipo de programas, dejando a un lado los jaleos de esta presentadora (yo creo que la parieron en luna llena), es algo con lo que se trabaja constantemente en algunos espacios televisivos. Cuando desempeñas tu labor como redactor en un talk show y en la mayoría de los realities (incluido el bodrio de Fama), te conviertes en un cuerpo parlante pegado a un teléfono. Tu función es mentir a la gente, hacer todo lo posible para que vengan al programa. ¿Y qué son las personas para los estresados programadores? Puntitos de audiencia. Contra más frikis sean y más juego ofrezcan en plató, mucho mejor. Por ejemplo, tema del día: mujeres vírgenes con bigote que se hayan enamorado de su vecino de arriba y se lo monten con el palo de la escoba. Los redactores inician la búsqueda, bien tirando de agenda, a veces a voleo, o por las llamadas registradas en el teléfono del programa (saltándose muchas veces la ley de protección de datos personales, que ante el toque por parte de las autoridades, a muchas productoras se les puso de corbata el año pasado). El resultado, por ejemplo, puede ser la ruptura de un matrimonio, el cabreo supino de alguien que pensaba que iba para una cosa y luego es otra… o lo que es más lamentable, llevar a una mujer engañada para que su ex pareja le declare su amor olvidándose un pequeño detalle: el ex compañero sentimental tiene una orden de alejamiento. El triste resultado tras el rechazo en directo, el asesinato de la chica en días posteriores.
Tras siete años dando el tostón, siempre con el duro trabajo de los pobres redactores detrás (algunos, aparte de preguntarse para qué han estudiado cinco años de Periodismo, tienen claros signos de desgaste mental y han olvidado buena parte de su vocabulario al hablar o escribir, os lo digo por experiencia), la apolillada y anodina Patricia Gaztañaga, ha decidido poner punto y final al tema, quemar su diario en algún descampado cercano a Antena 3 y bailar alrededor en top-less (esto me lo acabo de inventar, pero sería una imagen muy goyesca). No obstante, Juan Ymedio amenaza con realizar un espacio similar (si este tipo se afeitara, yo creo que muchos pasaríamos bastante miedito). Y parece que el virus se está extendiendo hasta la mismísima Rusia, eso sí, perdiendo fuelle como las veces que se ha intentado invadir al país más grande del planeta, que estos espacios corrosivos derivan hacia su desaparición (cada vez cuesta más convencer a la gente para que vaya a estos programas).
Aprovecho la ocasión para recordar un espacio similar, pero en su versión más cutre y con la intervención de actores más cutres todavía, presentado por Leticia Sabater en Canal 7. Aunque os parezca el colmo de lo peor y no despierte nada más allá del pitorreo más absoluto (porque aparte de reírte de los invitados, la presentadora es para meterla en un mini Sputnik y mandarla a Marte), os aseguro que el programa es, ni más ni menos, lo mismo sobre lo que se sostienen espacios como los de la Bozzo o el ya afortunadamente en estado terminal “El Diario de Patricia”.
El tema de los falsos testimonios en este tipo de programas, dejando a un lado los jaleos de esta presentadora (yo creo que la parieron en luna llena), es algo con lo que se trabaja constantemente en algunos espacios televisivos. Cuando desempeñas tu labor como redactor en un talk show y en la mayoría de los realities (incluido el bodrio de Fama), te conviertes en un cuerpo parlante pegado a un teléfono. Tu función es mentir a la gente, hacer todo lo posible para que vengan al programa. ¿Y qué son las personas para los estresados programadores? Puntitos de audiencia. Contra más frikis sean y más juego ofrezcan en plató, mucho mejor. Por ejemplo, tema del día: mujeres vírgenes con bigote que se hayan enamorado de su vecino de arriba y se lo monten con el palo de la escoba. Los redactores inician la búsqueda, bien tirando de agenda, a veces a voleo, o por las llamadas registradas en el teléfono del programa (saltándose muchas veces la ley de protección de datos personales, que ante el toque por parte de las autoridades, a muchas productoras se les puso de corbata el año pasado). El resultado, por ejemplo, puede ser la ruptura de un matrimonio, el cabreo supino de alguien que pensaba que iba para una cosa y luego es otra… o lo que es más lamentable, llevar a una mujer engañada para que su ex pareja le declare su amor olvidándose un pequeño detalle: el ex compañero sentimental tiene una orden de alejamiento. El triste resultado tras el rechazo en directo, el asesinato de la chica en días posteriores.
Tras siete años dando el tostón, siempre con el duro trabajo de los pobres redactores detrás (algunos, aparte de preguntarse para qué han estudiado cinco años de Periodismo, tienen claros signos de desgaste mental y han olvidado buena parte de su vocabulario al hablar o escribir, os lo digo por experiencia), la apolillada y anodina Patricia Gaztañaga, ha decidido poner punto y final al tema, quemar su diario en algún descampado cercano a Antena 3 y bailar alrededor en top-less (esto me lo acabo de inventar, pero sería una imagen muy goyesca). No obstante, Juan Ymedio amenaza con realizar un espacio similar (si este tipo se afeitara, yo creo que muchos pasaríamos bastante miedito). Y parece que el virus se está extendiendo hasta la mismísima Rusia, eso sí, perdiendo fuelle como las veces que se ha intentado invadir al país más grande del planeta, que estos espacios corrosivos derivan hacia su desaparición (cada vez cuesta más convencer a la gente para que vaya a estos programas).
Aprovecho la ocasión para recordar un espacio similar, pero en su versión más cutre y con la intervención de actores más cutres todavía, presentado por Leticia Sabater en Canal 7. Aunque os parezca el colmo de lo peor y no despierte nada más allá del pitorreo más absoluto (porque aparte de reírte de los invitados, la presentadora es para meterla en un mini Sputnik y mandarla a Marte), os aseguro que el programa es, ni más ni menos, lo mismo sobre lo que se sostienen espacios como los de la Bozzo o el ya afortunadamente en estado terminal “El Diario de Patricia”.
5 comentarios:
Hello. This post is likeable, and your blog is very interesting, congratulations :-). I will add in my blogroll =). If possible gives a last there on my blog, it is about the TV de Plasma, I hope you enjoy. The address is http://tv-de-plasma.blogspot.com. A hug.
???????????????????????? tv de plasma qué broma de blog es el tuyo?
ignoraba que el diario de patricia hubiera pasado a mejor vida pero me parece la mejor noticia televisiva de los últimos tiempos, ese programa junto con la parte de sucesos de Gente, es un atentado a la dignidad humana
Qué bueno. La tele en España podría hacerse desde Burkina Faso y no notaríamos la diferencia. La presentandora del botox debe pensar que es la Oprah latina. De todas formas, aquí tenemos a una folclórica recibiendo a un preso ex alcalde y poco menos que es la noticia del año. Espero como tú no encontrarla en la calle. Gritaría Z-O-R-R-A!. Je, je.
Para cuando algún artículo sobre Pe que Cruz? Me da grima y me gustaría como modesta sugerencia saber qué se te pasa por la cabeza cuando ves esa carita de resacada....
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