martes, 14 de octubre de 2008

“QUEMAR DESPUÉS DE LEER”, LAS VACACIONES DE LOS COEN

El mismo año en que pudimos ver la triunfante aunque discutible “No es país para viejos” llega a nuestras pantallas la nueva película de sus directores, Joel y Ethan Coen, llamada “Quemar después de leer”. A bote pronto sorprende el cambio radical de temática y tono entre ambos films, rodados uno detrás de otro: lo que en “No es país para viejos” era oscuridad y gravedad, en su nuevo film se torna ligereza y frivolidad.

El mismo cuenta como un CD con las memorias de un ex-agente de la CIA caen en manos de dos idiotas (monitores de gimnasia, para más señas) que no dudan en chantajear a su dueño por el supuesto contenido comprometido del mismo. A partir de esta premisa la película está planteada como una sátira política y social sobre la America contemporánea, así como una parodia fina del cine de conspiraciones y espionaje, donde predomina la ironía y los chistes casi privados por encima del humor de brocha gorda que utilizan otros grandes del género. El problema es que por querer practicar un humor contenido, los autores acaban lastrando buena parte de las posibilidades cómicas de la trama y apenas hay grandes momentos de diversión a lo largo de su ajustado metraje. Película, que una vez más en el cine de los Coen está mal rematada, finalizando con una precipitación anti climática, y donde sus actores realmente parece que se lo han pasado en grande rodándola, y es una lástima que eso les impida realizar interpretaciones decentes. La sobreactuación campa a sus anchas, especialmente en unos forzados Clooney y Pitt, sin olvidarnos de un insoportable y gritón John Malkovich. Solo se salva de este clima de muecas desaforadas Tilda Swinton, actriz a la cual le da igual estar en una comedia, que en un thriller político, o en un drama interpretando a una madre coraje, siempre se aferra a una frialdad fascinante y bienvenida ante el derroche de “gracia” de sus compañeros.

Los Coen da la impresión una vez más que se toman la comedia como unas vacaciones. Para ellos es un género menor y su acercamiento al mismo es superficial y liviano. Sus comedias, y esta no es una excepción, se disfrutan, tienen ritmo y están rodadas con oficio, pero no dejan ningún poso en el espectador, como lo pueda hacer el cine de Billy Wilder por poner un ejemplo de gran director genio en este género. Esta película se olvida en cuanto atraviesas la puerta de salida del cine como ocurría con “Crueldad intolerable” o “Arizona baby”. “Quemar después de leer” sirve entonces como simple divertimento, otra cosa es que eso os parezca suficiente tratándose de una obra de los encumbrados, tal vez hasta la exageración, hermanos Coen.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

saw you had a post a while back with a weird world record in most tshirts worn at once. might have been the guy in the weezer video.
he just got beaten: http://www.youtube.com/watch?v=dKd1Ao4LiP8

gaspashá gorkovskaya dijo...

Totalmente de acuerdo, y creo que los hermanos Coen fueron engullidos por esa magnífica película que es Fargo. A pesar de tener "enchufe", siempre es bienvenida la presencia de Frances McDormand (y también me he fijado en Tilda Swinton y es una gran actriz).

Ruth Uve dijo...

totalmente de acuerdo también!! indignante que alguien con tanto talento y medios haga sólo eso.

aprovecho para avisar sobre somers town, después de recomendármela la flor y nata de los cineastas de barcelona la fui a ver y digo bien alto que es un tostón de tomo y lomo. avisados quedáis.