miércoles, 30 de enero de 2008

TOMATES VERDES PODRIDOS

Ya nos hemos enterado todos. Telecinco, uno de los vertederos más extensos y repugnantes de la pequeña pantalla, ha decidido cargarse “Aquí hay tomate”. Dicen que por las audiencias, que estaban bajando. Eso es en parte cierto, pero un espacio que se dedica a tirar la piedra y esconder la mano y a saltarse el off the record como quien se salta un stop, tarde o temprano, tiene que volver a su lugar: la nada (o mejor dicho, la alcantarilla). Decía un tío mío que la política es un gran excremento, y los políticos, las moscas que acuden a él. El programa presentado por los intelectuales Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcaide es la pura defecación de esas moscas cojoneras que acuden a las deposiciones de los seres vivos vertebrados. Toda la mal llamada “prensa del corazón” es una secreción viscosa que le salió al periodismo hace tiempo. Los pseudo profesionales como Mariñas, María Patiño, Lidia Lozano o las locazas del programa de Ana “Copia” Quintana (que no representan, ni mucho menos, al colectivo gay, pero ese es otro tema), se acogen a una frase repetitiva, un mantra que tienen que repetirse constantemente para autoconvencerse de que están llevando a cabo un buen trabajo: “Yo como periodista”, “Nosotros los periodistas”… A estos les sueltas en medio de las selvas de Colombia, para tratar de informar sobre la guerrilla y se estresan por no encontrar una peluquería abierta. No, no son periodistas. Son forenses carroñeros.
Pero Telecinco no terminará con el Tomate su descenso a los infiernos. Ahí continuarán “La Noria”, “El ventilador”, “Hormigas blancas”… espacios producidos por La Fabrica de TV (antes llamada Hormigas blancas) y dirigidos, al igual que el programa del gordito gafotas que dice que todo el mundo se droga menos él, por Adrián Madrid y Oscar Cornejo Palomino (lo de su 2º apellido, es real). Se trata de dos modalidades de Jorge Javier Vázquez quien, durante cinco años, no ha dejado de ser una especie de rechoncho alter ego de aquéllos (quienes por cierto, se ríen de ti aunque tu casa se queme con tus padres y hermanos dentro).
Aprovecho la ocasión para recomendaros un libro: “Mírame tonto”, de la periodista Mariola Cubells, donde se explica a la perfección todo el proceso que se sigue en las entrañas de la cancerígena televisión, con especial atención a la telebasura (corazón, realities, concursos, testimonios…). Esta profesional abandonó el medio, harta de comer excrementos y de ser obligada a mentir continuamente. Por suerte, no ha sido la única.
Y termino con una frase de la gran Rosa Mª Calaf (periodista real y corresponsal en Asía Pacífico de TVE): “En el periodismo hay que resaltar lo importante frente a lo impactante”. Imagino que esto no se lo aplicarán las estólidas del corrillo de Ana Rosa…

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me pregunto, realmente es el tomate el peor programa que hay en television? O se ha convertido en cabeza de turco de toda la basura televisiva, como ocurrió en su momento con Tombola? A mí las cortinillas me parercían brillantes, algunas con guiones que ya quisieran muchas pelis españolas. Tenían de todo, humor, dramatismo, y giros inesperados...
En cualquier caso, brillante post, Gaspashá, tus analisis televisivos son un clasico en Gesloten

Lia dijo...

Muy buen y furioso análisis, Gaspashá. Hay que defender a los periodistas auténticos frente a esta panda de acerebrados que creen que la deontología no es más que un tratamiento de Corporación Dermoestética y que no son más que la vergüenza de la profesión.

Anónimo dijo...

El tomate me producia indiferencia...ni de lejos es lo peor de la TV ,ahi tienes El hormiguero,El diario de Patricia,todas las series españolas,Tele-Espe...de lo mas vomitivo de la TV

gaspashá gorkovskaya dijo...

Gracias a todos; es cierto, Truman y Crises, el tomate no es lo peor de la televisión de hoy día, aunque forma parte. Lia, de acuerdo contigo, esta profesión está tan denostada, que por la parte que me toca me gustaría tratar de sacarla de la UVI, donde yace desde hace mucho tiempo.

Anónimo dijo...

Querida y admirada Gaspashá, me temo que en esta ocasión difiero en algunos puntos contigo. Es cierto que el contenido de Aquí hay tomate es vomitivo pero a mí me parece un programa del que muchos de los que hacen televisión deberían aprender. Esa gente tiene un sentido del ritmo y del espectáculo que ya quisieran muchos y algunos de sus reporteros (Luis Temprano, Luis Cao en su momento) tienen tanto talento como los de Callejeros. Falla el tema que tratan pero la estructura y la forma han marcado un antes y un después en el mundo de la televisión. Yo contaría con cualquiera del equipo de Aquí hay tomate mucho antes que con otros, me parecen unos profesionales que trabajan en condiciones muy duras y saben sacar sonrisas de la nada. Llegaron a ser grotescos, es cierto y eso no lo apruebo pero si hay que reconocer que ahí había talento, se reconoce y punto.
Desde el respeto, siempre.

Anónimo dijo...

A pesar de las discrepacias te felicito por tu gran post. Estoy orgulloso de ti.

Anónimo dijo...

Yo también estoy orgullosa de tí, mi querido y admirado M. August.
Espero que los talentos que pueda haber en el tomate, algo que no niego porque yo he hablado más del producto en cuanto a contenido y del estado actual del periodismo, se redirigan hacia otros lares tan interesantes como el espacio Callejeros, que es de lo poco que se salva en TV. Un besazo. Miss U.