domingo, 20 de enero de 2008

THE CRANBERRIES, RETROSPECTIVA

La banda de Dolores O’Riordan pasó de ser de culto, a denostada por modernos a mediados de los 90, y ultimamente con el revival noventero que vivimos vuelve a ser reivindicada por algunos. Dolores se la ha pegado comercialmente con su disco en solitario a pesar de contar con algunos temas destacables, por lo que no es descartable un próximo regreso. A fecha de hoy han grabado cinco discos, y cuentan también con “Stars” un recopilatorio espléndido.

Everybody else is doing it, so why can’t we, 1992

El primer trabajo de los de Limerick es uno de los discos que marcó mi adolescencia. Descubrí “Linger” a través de su soberbio clip en la MTV y, aunque me costó trabajo, acabé consiguiendo el disco semanas después. Directamente lo machaqué. Este disco tiene una atmósfera con un aire intimista, y de cierto misterio. Es un trabajo homogéneo, donde cada pieza enriquece el conjunto. Con unas guitarras deudoras del sonido Smiths (su productor Stephen Street trabajó con la banda de Morrissey), ya desde la evocadora “I still do” que abre el álbum, The cranberries ponen las cartas sobre la mesa de su estilo: lirismo, ensoñación, sueños que no se cumplen, y letras que hablan de primeros amores frustrados. Contiene sus dos mejores canciones, y digámoslo como es, de la historia del pop, “Linger” y “Dreams”, y el resto es un acompañamiento perfecto a estas. El álbum fue un batacazo comercial en Reino Unido, hasta que se marcharon de gira a Estados Unidos y triunfaron a lo grande. Más de un año después de su publicación, “Everybody else...” alcanzaba el número uno de las listas británicas, y el resto es historia.

LO MEJOR; La atmósfera de ensoñación, misterio, y decepciones que recorre todo el disco.
LO PEOR; Haber quedado en un segundo plano, por esa apisonadora que fue “No need to argue”
IMPRESCINDIBLES;Linger”, “Dreams”, “I still do” y “Sunday”.
CALIFICACIÓN; 9,5/10

No need to argue, 1994

¿Se pueden entender los 70 sin Bonnie M? ¿Y los 80 sin Modern Talking? Pues bien, por suerte o por desgracia, lo mismo ocurre con los 90 y “Zombie”. Posiblemente la canción más radiada, cantada a grito pelado, amada y odiada...El tema en cuestión estalló como una bomba en 1994, y en cierto modo condenó la carrera de la banda. “Zombie” se aleja del estilo de grupo, y llevó a equívocos a los compradores desinformados, que no sabían que ya habían grabado un maravilloso disco de debut y que poco tenía que ver con los berridos y obviedades de este tema. Pero “No need to argue” es mucho más que esto. Es la delicadeza, la emoción, la conjunción de doce temazos de un lirismo estremecedor. La tristeza recorre como un escalofrío la espina dorsal de este trabajo. Otra vez los sueños que no funcionan, pero con una carga de profundidad mayor que en su debut. “Twenty one” con unos gorgoritos finales de Dolores de los que hacen historia, y te dejan un nudo en el estomago, la extraña y adictiva “Disappointment”, las desoladoras “Empty” y “Everything I said”, y cómo colofón “Daffodil lament” obra cumbre de la banda y que ejemplifica todas sus virtudes: intensidad, atmósferas un poco deformantes y desquiciadas, tristeza a raudales, y al final, un rayo de esperanza. “No need to argue” es EL DISCO de The Cranberries, y probablemente de todo los 90.

LO MEJOR; Juntar estos temas en un mismo disco debe ser como alinear los planetas.
LO PEOR;Zombie”, una canción propicia para odiar a un grupo.
IMPRESCINDIBLES;Twenty one”, “Daffodil lament”, “Disappointement”, “Empty” y “Everything I said”.
CALIFICACIÓN; 9,8/10

To the faithful departed, 1996

Paralelamente a que The cranberries se habían convertido en la banda más importante y vendedora del mundo, era obvio que algo no funcionaba. Su líder aparecía ida en sus actuaciones, cancelaban conciertos, y su cuerpo iba encogiendo, hasta dar la sensación de que podía desaparecer ante tus ojos. Los problemas de su líder, su mala relación con el resto de la banda y el éxito mal, muy mal digerido, trajo como consecuencia este tercer trabajo. Grabado precipitadamente (apareció solamente año y medio después que su predecesor), resulta evidente al escucharlo que el grupo no tenía, ni las canciones, ni la claridad de ideas para saber hacia donde dirigir su carrera tras el éxito masivo de “No need to argue”. Además solo a una banda tan desorientada se les pudo ocurrir cambiar la producción de Stephen Street, por la de Bruce Fairbarn, cuyos créditos incluían a Bon Jovi, Aerosmith y AC/DC entre otras bazofias. Aunque se salva algún tema que nos retrotrae a la melancolía del pasado (“Cordell”, “When you’re gone”), las letras rozan el ridículo, la producción es pobre y llena de obviedades (“Hollywood”), y las menciones a estrellas fallecidas (“I just shoot John Lennon” o “I still remembering” dedicada a Cobain, JFK y dios sabe quien mas...) resultan desafortunadas y fuera de lugar. Para colmo, cuando se meten a arreglar los problemas de la humanidad (“Bosnia”, “Free to decide”) resultan irrisorios, o provocan vergüenza ajena.

LO MEJOR; El intimismo de un par de temas, y ese tiro que es “Salvation”.
LO PEOR; Llenar de argumentos a todos los modernos del mundo que les masacraron sin piedad.
IMPRESCINDIBLES;Salvation” y “When you're gone
CALIFICACIÓN; 5/10

Bury the hatchet, 1999

Tras lo precipitado de su anterior trabajo, la banda se lo tomo con calma antes de volver al estudio de grabación. Cuando lo hicieron volvían a tener buenas canciones para dar y tomar, y demostraron haber aprendido la lección. Solo escuchando la maravillosa y llena de emoción “Animal instinct” que abre “Bury the hatchet” se disipan tus temores. Cierto es que la belleza de la mayoría de los temas de este disco no alcanzan, ni de lejos, la perfección de la de sus dos primeros trabajos, pero “Bury the hatchet” es un claro paso adelante. No pretende ser una copia de lo que les salió tan bien. Estilísticamente es una evolución. Las guitarras tienen un mayor protagonismo (“Promises”), hay rabia bien entendida (“Loud and clear”) emoción y, otra vez, la desilusión (“Shattered”), pero también esperanza y alegría (“Saving grace”, “You and me” y la contagiosa “What’s on my mind”), y un poco de exceso vocal (“Delilah”).
Producido por Benedict Fenner (James), “Bury the hatchet” reconcilió a los fans con la banda, y aunque en algunos países como Inglaterra o Estados Unidos ya no levantaron cabeza comercialmente, en otros como España o Francia estuvo meses entre los más vendidos.

LO MEJOR; Volver a disfrutarles después de cinco años.
LO PEOR; Resulta evidente que ya nunca grabarían otra obra maestra, y además se adivina la separación definitiva.
IMPRESCINDIBLES;Shattered”, “Animal instinct” y “What’s on my mind”
CALIFICACIÓN; 7/10

Wake up and smell the cofee, 2001

Si “Everybody else...” fue la revelación, “No need to argue” la confirmación, “To the faithful...” la decepción, y “Bury the hatchet” la reconciliación, su ultimo disco de estudio “Wake up and smell the cofee” es.....la nada, el vacío. Cranberries trataron de volver al lirismo desatado de sus dos primeros trabajos, contratando al mismo productor, Stephen Street. Pero el resultado es un refrito de todos sus discos anteriores. “Never grow old” podría pasar por su nuevo “I still do”, “Analyse” como un “Dreams” sin inspiración, “Time is ticking out” un remedo de “Animal Instinct”, “This is the day” plagia a “Zombie” sin disimulo, aunque es mas disfrutable y divertida, y así podríamos continuar con el 80% de las canciones.
Cierto es que no es un mal disco, siempre que no hubieran grabado todos sus trabajos anteriores. Y cierto es que cuando se sacan de encima su propia sombra, graban grandes, en su sencillez, canciones pop como “Every morning”o “The concept”, pero al final te queda la sensación de álbum grabado a medio gas, sin ideas nuevas, ni ninguna capacidad de sorpresa, y sin emociones genuinas. Una desangelada despedida.

LO MEJOR; Separarse a tiempo.
LO PEOR; La absoluta falta de ideas y de ganas que desprende el conjunto.
IMPRESCINDIBLES;Never grow old”, “The concept” y “Every morning” aunque realmente, imprescindibles imprescindibles no son....
CALIFICACIÓN; 5,5/10

6 comentarios:

lady foster dijo...

Gran artículo querido Truman, yo también pasé mi adolescencia escuchando sin parar Everybody else y sobre todo, Don´t need to argue, que son dos discos maravillosos. Del resto casi mejor no hablar

Blue Hawaii dijo...

Muy buena retrospectiva Truman. Yo por rebote tb pasé mi adolescencia escuchándolos, ji ji, pero hacía tiempo que no lo hacía, y q mejor q esta tarde de domingo para recordarlos..

lord carnavon dijo...

Bueno, pues yo la verdad es que tampoco fui muy fan del grupo, pero Dreams, Linger, Empty, Animal Instinct... son canciones que siempre he apreciado...

Son un poco parte de la banda sonora de la época y, por lo tanto, de nuestra vida.

gaspashá gorkovskaya dijo...

Me has adelantado con la retrospectiva, Truman, pero yo no lo hubiese hecho mejor. Aunque hubiese dado algún puntito más a "To the faithfull departed". Por otro lado, comentaros que los 4 primeros discos salieron en edición especial hace pocos años, remasterizados e incluyendo las canciones que descartaron y alguna curiosidad más (el dúo entre Pavarotti y Dolores, en el tercero; nuevas versiones de "Pretty" y "How" en el primero...). Están baratos, en selección FNAC (El de Dolores también ha bajado ya de precio, por si a alguno le interesa)

Anónimo dijo...

Truman...siempre habrá que agradecerselo a la MTV, o fue por culpa de los alemanes de VIVA???

Anónimo dijo...

Gracias a los fans...Gaspashá siento habertelo pisado, para un grupo en el que nuestros gustos coinciden...La colaboracion Dolores-Pavarotti es para echarse a temblar, aunque es cierto que Cranberries tienen buenas caras b como "Liar" o "What you were" que imagino vendrán en estar reediciones.
Crises creo que VIVA llegó a nuestras vidas un poco más tarde, pero era mucho mejor que la MTV, sin duda.