Una sirena que yace muerta, con unos papeles entre la manos, y sobre la que sobrevuelan los cuervos, es la inquietante portada del primer trabajo del dúo formado por Simon Buret y Olivier Courisier, o sea Aaron, “Artificial animals riding on neverland”. Portada bonita, y que da mal rollo, y nombre de disco pretencioso a más no poder...tenía que escuchar este disco. Además son franceses, aunque salvo alguna canción, cantan en inglés.
¿Y que me he encontrado en este álbum?. Un grupo que busca las atmósferas opresivas, oscuras en cada uno de los cortes de este trabajo. Un piano clásico sobre bases electrónicas es su apuesta estilística, dominada por medios tiempos. Suena bien, sin embargo, desde el principio, algo no funciona. El tema que abre el disco gusta. “Endless song”, tiene que gustarte, pero también es verdad que mientras lo escuchas, no puedes quitarte de encima la molesta sensación de copia un poco sofisticada de otras cosas que has escuchado antes. Poco más tarde caí en la cuenta que en el caso de este tema se trataba de cualquier canción de Archive. Lo peor es que eso te sucede con todas las canciones del álbum. Son bonitas, adecuadas para una tarde tranquila (muy tranquila) en casa, pero todo suena a trillado. Son como el hilo musical de una sala de espera. Posee su música esa belleza inofensiva, a pesar de la inquietud y trasfondo con el que pretenden dotar a su obra. No tienen nada propio, y al contrario que otras bandas, carecen del talento de hacer suyas esas influencias. Si a esto unimos un cantante cuya voz áspera y rasgada recuerda a Springsteen, resulta que al final pueden perfectamente pasar, o por unos Air sin “Sexy boy”, o por un Antony sin el brummel a mano, o por unos The fray introspectivos, y con un poco mas de calado emocional. Unos The fray que no son mal vistos en el Primavera Sound. Yo apuesto a que “U-turn (Lili)” acaba en un capitulo de Anatomía de Grey, sí o sí.
Resumiendo, que el disco tiene toda la pose de obra de calidad, que lo mismo puede gustar a un alternativo impresionable, que a cualquiera que aún escuchando Kiss FM se las quiera dar de interesante y con un alma un poco torturada ante sus amigos de vez en cuando. Perfecto. Pero en cuanto lo has escuchado tres veces, ya no quieres más. Es repetitivo, y bajo ese barniz de clase, lo que hay es mucha pose, poca alma y una oscuridad impostada, vacua.
LO MEJOR; Su portada, y sus loables intenciones de conseguir atmósferas enrarecidas.
LO PEOR; Los comparan con Antony, Radiohead y el Lynch de “Lost Highway”. Para que queremos más.
CALIFICACIÓN; 4,5/10
¿Y que me he encontrado en este álbum?. Un grupo que busca las atmósferas opresivas, oscuras en cada uno de los cortes de este trabajo. Un piano clásico sobre bases electrónicas es su apuesta estilística, dominada por medios tiempos. Suena bien, sin embargo, desde el principio, algo no funciona. El tema que abre el disco gusta. “Endless song”, tiene que gustarte, pero también es verdad que mientras lo escuchas, no puedes quitarte de encima la molesta sensación de copia un poco sofisticada de otras cosas que has escuchado antes. Poco más tarde caí en la cuenta que en el caso de este tema se trataba de cualquier canción de Archive. Lo peor es que eso te sucede con todas las canciones del álbum. Son bonitas, adecuadas para una tarde tranquila (muy tranquila) en casa, pero todo suena a trillado. Son como el hilo musical de una sala de espera. Posee su música esa belleza inofensiva, a pesar de la inquietud y trasfondo con el que pretenden dotar a su obra. No tienen nada propio, y al contrario que otras bandas, carecen del talento de hacer suyas esas influencias. Si a esto unimos un cantante cuya voz áspera y rasgada recuerda a Springsteen, resulta que al final pueden perfectamente pasar, o por unos Air sin “Sexy boy”, o por un Antony sin el brummel a mano, o por unos The fray introspectivos, y con un poco mas de calado emocional. Unos The fray que no son mal vistos en el Primavera Sound. Yo apuesto a que “U-turn (Lili)” acaba en un capitulo de Anatomía de Grey, sí o sí.
Resumiendo, que el disco tiene toda la pose de obra de calidad, que lo mismo puede gustar a un alternativo impresionable, que a cualquiera que aún escuchando Kiss FM se las quiera dar de interesante y con un alma un poco torturada ante sus amigos de vez en cuando. Perfecto. Pero en cuanto lo has escuchado tres veces, ya no quieres más. Es repetitivo, y bajo ese barniz de clase, lo que hay es mucha pose, poca alma y una oscuridad impostada, vacua.
LO MEJOR; Su portada, y sus loables intenciones de conseguir atmósferas enrarecidas.
LO PEOR; Los comparan con Antony, Radiohead y el Lynch de “Lost Highway”. Para que queremos más.
CALIFICACIÓN; 4,5/10
3 comentarios:
no puedo estar más de acuerdo contigo. A mí me llevó a este grupo un reportaje fotográfico de la revita H pero todo lo que promete su estética no se ve reforzado por su música, es una pena, siempre es bienvendio un poco de charme pero esta vez no pudo ser.
Estoy seguro que las revistas de tendencias se estan frotando las manos con este grupo.
Completamente de acuerdo contigo querido Truman. Ya estaba echando mucho, muchísimo de menos una buena crítica tuya.
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