Aún a riesgo de jugarme la amistad de algún que otro miembro de la crew, creo de justicia poner los puntos sobre las ies acerca de un artista (?) que ha pasado de resultarme indiferente, a bastante insoportable. Se trata de Antony. Siempre desde el respeto y la admiración, por supuesto.
1º Sus discos son planos, monótonos, de esos en los que cada tema suena igual que el resto de su discografía. Pretende vender calidad, desprender clase, charme, pero se queda en un indigesto recital sonoro que solo provoca bostezos y encogimiento de hombros. Aguantar uno de sus discos enteros, en una tortura solo al alcance de los más fuertes. Yo no soy tan valiente.
2º Yo no se mucho de música ni de instrumentos. A lo máximo que he llegado es a tocar las maracas cuando me daba por imitar frente al espejo a Brett Anderson. Pero desde mi ignorancia, a mi me parece que no toca el piano, lo aporrea, provocándote un molesto dolor en los tímpanos. Di que sí Antony, así se transmite el sufrimiento interior. Si Albéniz, Chopin y Richard Clayderman levantaran la cabeza, me aventuro a afirmar que quemarían el suyo antes de volver a su tumba horrorizados (los que ya están muertos, claro).
3º Su tono de voz resulta forzada, relamida, profundamente desagradable. Cuanto se recrea, y se gusta a sí mismo. No está mal la autoestima elevada, el ego tan sobrado, sobre todo para alguien que sufre incesantemente ante nuestros ojos. Cuando pretende subyugar o remover algo en tu interior, lo único que consigue es que saltes del sofá a pulsar el STOP.
4º Su crisis de identidad sexual. ¿Alguien le ha sacado más partido a lo largo de la historia a un cambio de sexo? Antony, la primera vez fuimos incautos y nos lo creímos, la segunda que lo sollozaste, bueno, bueno, a la vigésima vez que dijiste, “one day I’ll grow up and I’ll be a beautiful woman”, me sonó a cuento. Lo tuyo es puro teatrillo de marionetas. Barato, y sin un buen argumento.
5º Le encanta a Isabel Coixet, ese ser que nos da tanto repelús y que debería marcharse indefinidamente a una isla desierta, acompañada únicamente de sus gafas de pasta, y de las últimas copias que queden sobre la tierra de sus films y de los CDs de Antony.
6º Le encanta a los publicistas de ese gran clásico para el hombre “Brummel”. Lo siguiente, el barón dandy.
7º A pesar de sus múltiples problemas personales, amenaza con nuevo disco, que sorpresa, se llamará “The crying ...”y algo más, lo que nos garantiza mas giras lloriqueando por medio mundo. Sus fans babearán ensimismados, mientras intentan pronunciar la palabra mágica: “Sublime”.
8º Como insista con la música electrónica, a más de uno le dará un patatús. Anthony, cambia de amistades o de asesores. Esto no puede ser. A este paso acabarás en un cabaret, pero no como Liza Minelli, sino como Bárbara Rey, atacando versiones de Prodigy o de Chimo Bayo.
9º Su idea fea y cutre, propia de antro de la peor calaña de Chueca, de la androginia. Un Brett Anderson y un David Bowie andróginos son atractivos, pero Anthony, Dios sabe que tu no deberías intentarlo. Si te sientes mujer, adelante, a por esos pechos, y bien grandes. Nosotros te apoyamos. Pero de lo contrario, cada vez nos darás más terror.
10º Su público. Los hay de dos tipos, basándome en mi experiencia personal sufrida en un concierto del divo, al que me forzaron a asistir encadenado: 1º Los guays que van a figurar, pero realmente no les interesa lo más mínimo el concierto, y se dedican a parlotear como gallinas todo el rato. Al terminar cada canción, eso sí, aplaudirán entregados 2º Los que están en el extremo opuesto, y en cuanto aparece en el escenario nuestro hombre, entran en éxtasis, hasta el punto de mirarte con gesto de desaprobación cuando chasqueas el mechero para encenderte un cigarrillo. En un concierto de Antony, se debe parar el mundo, porque lo que él hace, y lo que nos ha enseñado con tanto ahínco, es que él es SUBLIME.
5 comentarios:
Si tu lo dices...
Truman,ni pajolera idea de quien es ese Anthony,pero tu articulo es SUBLIME,genial,demoledor. Gracias
Genial, Truman. Gracias a tí he conseguido reirme en un día como hoy, en el que me han quitado 2 muelas del juicio y estoy regulín (y casi sin juicio, valga la redundancia). Además, estoy totalmente de acuerdo contigo. Para mí, el Volta de Björk es peor de lo que es por culpa de este personaje, que como siempre he dicho, bien podría hacer un dúo con Ms. Shangay Lily, porque parecen hermanas, jeje.
Querido Truman como mienbro de la crew que siempre te ha hecho tragarte a Antony y que solía acudir a sus conciertos en éxtasis y no a figurar tengo que confesarte que Antony me empieza a dar pereza. Aunque sigo disfrutando de discos como I'm a bird now (aunque mi estado anímico actual me invita a escucharlo cada vez menos) escucharé con cautela su próximo proyecto y si tengo que retractarme y darte la razón te la daré.
Gracias a todos por vuestro apoyo. A mi querido Monsieur comentarle que tambien opino que a "Ahora soy un pajarillo" es un poco mas soportable que el primero. Y si del amor al odio hay un paso de la pereza al mas profundo aburrimiento hay medio cenímetro.
A Gaspashá, creo que Björk se basta y se sobra ella solita para perpretar ese bodrio que es "Volta". El pobre Antony poco puede arreglar ahí. La frase "Dios los cria y ellos se juntan", les viene que ni pintada a estos dos..
Publicar un comentario