La última película del director alemán Dennis Gansel, “La Ola”, tiene algo seguro: no deja indiferente y hace que el devenir del ser humano a lo largo de su historia vuelva a ser pasto de nuestros pensamientos. El argumento está basado en hechos reales, pero siempre insisto en que muchas veces la ficción es una broma comparada con el día a día. En el otoño de 1967, un profesor de historia de un instituto de Palo Alto en California llamado Ron Jones planteó a sus alumnos esta pregunta: ¿Cómo es posible que el pueblo alemán alegue ignorancia a la masacre del pueblo judío? Es así como el docente estadounidense realizó un experimento con los estudiantes de su clase. Instauró un régimen de disciplina extrema, restringiendo la libertad de los chavales, haciéndoles formar en unidad y demás acciones similares a cualquier autocracia. El nombre del “movimiento” se llamó The Third Wave. Lo que no sabía Jones es que la cosa se le iba a ir de las manos. No esperaba tal entusiasmo de los alumnos, hasta el punto de espiarse los unos a los otros y acosar a los que no querían unirse a “la tercera ola”. Al quinto día, el profesor se vio obligado a terminar con el asunto antes de que llegase demasiado lejos. Dennis Gansel ha tomado este material como punto de partida y lo ha trasladado a nuestros días y a su país, Alemania. Durante una semana de proyectos, a un profesor de instituto llamado Rainer Wenger le asignan impartir durante una semana clases de autocracia para que los alumnos aprendan los valores de la democracia. En parte porque él en realidad quería dar anarquía y se lo dan a un docente más mayor y conservador -y además porque los jóvenes tienen muy pocas ganas de hacer nada y todo les parece un rollo- decide llevar a cabo un experimento para removerles la cabeza. Todo consiste en implantar una dictadura en clase en la que Wenger sería el máximo dirigente. El proyecto lo llaman “La Ola” e incluso se inventan un saludo, diseñan un logo y se obliga a que todos vayan con camisa blanca.
Poco a poco, y en menos de una semana, el asunto comienza a salirse de madre. Aquí surge todo el caldo de cultivo que nos hace recordar qué es lo que pasaba en tiempos previos a la Alemania nazi –o en cualquier país donde se hayan vivido dictaduras de diversos matices pero puntos comunes- para que esta nación tomase ese camino: falta de trabajo, desigualdad, desarraigo… El filme, sostenido por un reparto estupendo en el que destacan actores alemanes como el veterano Jürgen Vogel, Frederick Lau, Max Riemelt o Jennifer Ulrich, demuestra a personajes y espectadores que el hombre es el animal que más tropieza con la misma piedra y viene a recordarnos que siempre es posible regresar a gobiernos despóticos y autoritarios como los ya vividos en épocas pasadas.
Como se demuestra en esta producción, los adolescentes encuentran sentido absoluto a sus aburridas vidas en las que proceden de familias que no les prestan la más mínima atención. Pero todo se irá volviendo peligroso, y Rainen ve como su propia rutina se desmorona también por culpa de su “experimento” didáctico. En esa permanente obsesión por tener entre manos un argumento basado en algo real por parte de los directores que acometen proyectos así, parece que “La Ola”, salvo por cierto maniqueísmo final que no dura demasiado, es una de las películas más aceptables de 2008. Entretiene y plantea sin caer en enseñanzas baratas ni sermones mostrados a niño de parvulario: la manipulación es algo fácil, y no sabemos qué temer más, si al que intenta dominar o a la masa que se deja utilizar y se convierte en algo peligroso e intratable para el que desea nadar contracorriente o tener otros puntos de vista. 8/10
2 comentarios:
¿será que las mejores películas de los últimos años nos llegan de Alemania?
La vida de los otros, goodbye Lenin etc...
Aún no he visto la Ola y una pena que no haya ido contigo, mi querida Gaspashá de entretiempo.
Cuando se estrenó la pelí y que leí cosas sobre ella, me recordó a otra cinta alemana "El experimento" de hace unos años.
gracias por este post escrito con la brillantez que te caracteriza.
Cuando haya visto la pelí la comentaremos, un beso
El Experimento me gustó mucho más. Creo que es bastante mejor película. Pero la Ola es interesante, y aunque la parte final flojea, el desarrollo está bien llevado.
JC
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