EL AUGE IMPARABLE DE LOS "DISCOS PARA MADRES"

Navidad y calidad musical son dos conceptos difícilmente compatibles. Las discográficas aprovechan estas fechas para sanear su cuenta de resultados y se lanzan a la caza de ese público que el resto del año no solo no compra, si no que no escucha ni un solo disco. Se ponen en el mercado discos cuya existencia resulta inimaginable en cualquier otra época del año dirigidos a ese público al que no le gusta la música, pero compra algo en estas fechas para regalar a la abuela marchosa, a esos tíos solterones/as y a los sobrinos en la edad del pavo eternamente enfadados con el mundo. Son los que he llamado "discos para madres", de forma genérica y que como dije antes florecen como las setas en otoño o las flores en primavera. Casi todos son lamentables y te hace soñar con la quiebra definitiva de la industria musical o con la llegada del Armageddon. Estos son sólamente algunos:

IL DIVO, "The Promise": Indudable buque insignia del infame subgénero que estamos tratando. En cuanto encienden las bombillas navideñas en El Corte Inglés puedes apostarte tu casa a que Il Divo lanzan nuevos gorgoritos al mercado. Este año les toca “The promise”, más opereta relamida de tercera división a cargo de estos cuatro horteras, los yernos perfectos y aspirantes a modelo de Cortefiel pero que tendrían que conformarse con lucir las irresistibles creaciones de ropa íntima del catálogo de Carrefour. Son capaces de crisparle los nervios al menos pintado. La palabra clave es “...emocionanteeee....”.

ANDREA BOCELLI, "Incanto": El legendario intérprete italiano es otro de los que vuelve por navidad sí o sí. En su nuevo trabajo rinde un sentido homenajea la tradición tenorística italiana y también al amor en todas sus vertientes (sic). Traducción, mucha vocecita impostada en largos paseos por paisajes bucólicos otoñales. Bocelli no contento con amargarnos la vida con el inevitable “Vivo por ella” (ay Soraya, Soraya...) regresa para dar la brasa a un público ávido de emociones fuertes tales como comerse las uvas sin quitar antes las pepitas y experiencias similares. Su target no difiere demasiado del de Il Divo, pero no están preocupados, las señoras madres se llevarán ambos discos bajo el brazo.

Ainhoa Arteta: tengo miedo.

AINHOA ARTETA, "La vida": A la soprano vasca (española según su biografía) nadie le gana a sencillez de ahí el nombre de su nuevo disco. Si los Tres tenores arrastraron su prestigio por el fango por unos millones de euros ella no va a ser menos y se atreve con clásicos de siempre que harán las delicias de suicidas y sociópatas en general. “Tears in heaven”, “Michelle” o “Fly me to the moon” son destrozadas sin piedad y al escucharlas el impulso más comedido que experimentaremos será el de arrancarnos la piel a tiras. Como hay mucha afición al dolor está entre los más vendidos ahora mismo, para que luego digan que no somos un país culto, mira como nos gusta la ópera...

¿Diez mejor que tres?

THE TEN TENORS, "Nostálgica": Hablando de tenores. El éxito en todo el mundo de Il Divo acarrea dramáticas consecuencias, los clones crecen por doquier. Los diez tenores van dirigidos a idéntico público, amantes de la ópera, eruditos e intelectuales, la élite de una sociedad que no se resigna a hundirse en la vulgaridad y el mal gusto. Las tremendas revisiones en clave trino celestial de clásicos del siglo XX llevadas a cabo por estos talentos es una muestra más de que la civilización occidental se colapsará más pronto que tarde. Cuando esto ocurra algunos privilegiados buscaran paz y consuelo en estas delicadas piezas sonoras, “Moon river”, “Cheek to cheek”, “As time goes by”...sublime es poco.

SEAL, "Soul": Seal-soul, ingenioso no? La carrera de Seal lleva tiempo dando tumbos. Con buena percha, elegante y con vozarrón de esos que impresionan en las galas de Operación Triunfo era cuestión de tiempo que el intérprete de “Crazy” cruzara al lado oscuro, sobre todo después de que su intento de reconquistar a un público más o menos moderno con su álbum con Stuart Price fuera un batacazo de los que duelen. Las madres estarán encantadas de quedar como mujeres sofisticadas regalando este en lugar del de Paloma San Basilio con Luis Cobos. Un acierto asegurado. Más versiones en clave soul, pues claro.

Bano, Al Bano.

AL BANO, "Todos sus grandes éxitos en español": El ex-marido de nuestra admirada Romina Power y padre de Ylenia es un señor de lo más desagradable además de intérprete insufrible, lleno de tics y sensiblería barata. ¡Y esas gafas! En este recopilatorio solo apto para amas de casa con afición a empinar el codo antes de las once de la mañana repasa su espeluznante carrera musical a la espera de que vuelvan a llamarle de La Noria o similares. La felicidad sería perderlo de vista.

THE PRIESTS: A la espera de que los monjes del monasterio de Silos se animen a lanzar su esperado y nuevo trabajo de canto gregoriano, estos tres sacerdotes católicos irlandeses toman el testigo con su ópera prima en la que tocan varios palos, desde el inevitable “Ave maria” pasando por un inenarrable “Hacia Belen” (“el shocoulatillo se lou estan comiendou...”) y así varios clásicos religiosos de ayer hoy y siempre. Si estáis interesados lamentamos anunciaros que su gira ya pasó por España: como la Riviera está clausurada sine die dieron su recital en los Jerónimos con un sold out de los que hacen época. Cuentan testigos presenciales que los estupefacientes corrían de mano en mano como la pólvora...Están arrasando. Lo dicho, que creo que soy un extraterrestre.

RAPHAEL, "50 años después": A ver, se queda muy bien, y es muy posmoderno ir por ahí diciendo cuánto te gusta Raphael. La realidad es que no conozco a nadie que escuche en casa su música, y por muy bien que nos caiga y admiremos inmensamente su teatralidad y esa forma de comportarse en el mundo como si estuviera en un eterno escenario “más grande que la vida”, admitamos que este señor lleva 30 años mínimo sin grabar nada decente (su reinterpretación del “Maldito duende” de Héroes del Silencio no vale). Ahora celebra sus 50 años en la música con otro de esos insufribles discos de duetos a mayor gloria de sus invitados que miran a cámara pensando: “me ha llamado Raphael”, cómo molo. Y juntar en un disco a Alaska con Víctor y Ana, a Sabina, con Alejandro Sucks, a Juanes con Perales etc.etc. si demuestra algo es una alarmante falta de criterio.

Sirvan estos pocos como ejemplo del subgénero, pero son muchos más. La lista sería en realidad increíblemente larga: David Civera, Tom Jones, Paloma San Basilio & Luis Cobos, Dyango, Enya, Dido (su disco es bueno, es la excepción, pero es promocionado como disco del género...), Pavarotti...Todos ellos ideales para regalar a toda esa gente a la que no le gusta la música. Nosotros queremos ahorrarles la tortura y compraremos videojuegos.