jueves, 22 de noviembre de 2007

EL CINE ESPAÑOL PIERDE SU IDENTIDAD

Hubo un tiempo en el que el cine español era grande, sus actores enormes y sus directores genios disfrazados de artesanos. Cineastas como Berlanga, Bardem, actores como Pepe Isbert o Francisco Rabal y películas como, Calle Mayor o El verdugo, crearon una especie de neorrealismo español que hoy en día parece que nunca existió.


Tras el punto de inflexión que marcó Arrebato de Iván Zulueta parecía que nuestro cine soñaba con caminar por otros rumbos y aunque nadie siguió esa estela obras de arte como El espíritu de la colmena, El sur y Los santos inocentes dieron muestras de que nuestro cine tenía una senda por la que caminar.

El problema es que en nuestros días agotado el Juanma Bajo Ulloa de La madre muerta y descartado Médem tras tomaduras de pelo reiteradas; Lucía y el sexo, Caótica Ana…sólo nos queda alguna honrosa excepción de vez en cuando pero la tónica general es un complejo de inferioridad en nuestro cine que nos ha llevado a adoptar fórmulas que chocan frontalmente con nuestra idiosincrasia.

El resultado: un sin fin de películas mediocres que nacen con la única intención de funcionar en taquilla y fracasan en ese digno objetivo. A la estela que abrió con talento Amenazar en Tesis le siguieron numerosos filmes que no merece la pena mencionar y que culminan en estos días con una película que se promociona como la versión española de Cube, cómo si no hubiéramos tenido bastante con la original. A pesar de todo no me rindo y el seguiré dando oportunidades al cine español, quizá la próxima sea para La habitación de Fermat aunque sólo sea por Luppi y Millán.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tambien quiero ver "La habitación de Fermat". Por el trailer tiene toda la pinta de ser descacharrante. Pero una duda, no es esta la pelicula que venden como Cube?

Anónimo dijo...

sí, quizá no me he expresado bien. Quiero decir que a pesar de mi rechazo tanto a Cube como a la imitación (la habitación de Fermat) no puedo evitar la curiosidad de verla

Anónimo dijo...

Me parece horrible que el mero hecho de crear industria cinematográfica sea etiquetado como negativo. Es más, me parece horrible esa presunción pseudo-intelectualoide de que el cine de terror no puede ser cine de autor. Ancha es Castilla, y mucho más el panorama cinematográfico. Vive y deja vivir.