a-ha, RETROSPECTIVA (I)

a-ha es la mayor banda noruega de la historia. Paul Waaktaar-Savoy y Magne Furuholmen forman Bridges en 1980. En 1983 se le une Morten Harket, pasando a ser a-ha. Han grabado ocho LP’s, tienen un par de recopilatorios en el mercado además de un álbum en directo. Pasaron de ser súper ventas en los 80, ha desaparecer de la faz de la tierra en los 90, ha regresar convertido en banda de cierto culto en esta década, aunque desde luego no han repetido el éxito de sus primeros trabajos.

Hunting high and low (1985)

Dicen que en plena vorágine de éxito, con su primer single “Take on me” número uno en EE.UU. y en varias decenas de países y su álbum de debut despachando miles de copias diarias, Morten Harket, vocalista de a-ha (escribir con minúsculas), dijo una frase por la cual se ha ridiculizado al grupo demasiado a menudo; “Vamos a ser más grandes que los Beatles”. Vista la frase en perspectiva, resulta cuanto menos desafortunada, pero la naturaleza de la misma es uno de los motivos por los que me interesó hace tiempo y todavía hoy este grupo. Son, como aquella frase, ambiciosos, enemigos de la falsa modestia, épicos y excesivos, grandilocuentes, sin miedo a equivocarse y con metas elevadas en cuanto a su arte y todo cuanto les rodea. “Hunting high and low” o buscando por todas partes es uno de sus mejores discos. a-ha tienen el talento y la ambición para escapar de las canciones y clichés que se esperaba de un grupo de sus características (chicos guapos) y de su época (los ochenta). Cierto es qué no siempre lo consiguen. “Love is reason” y “I dream myself alive” suenen tópicas y blandas. Pero aquí tenemos un buen catalogo de temazos inolvidables, comenzando con la tensión dramática de “Hunting high and low”, y “Living a boy’s adventure tale”, siguiendo con el encanto de “The blue sky”, la grandieur y pomposidad de “Here I stand and face the rain” o “The sun always shines on TV” y la capacidad para generar un ícono de una época concreta, una de las canciones más famosas de la historia de la música(“Take on me”). Como la propia banda afirmó, “Hunting” es el disco de una banda que lo quería todo”

LO MEJOR; Posee un sonido clásico que lo permite aguantar muy bien el paso del tiempo.
LO PEOR; Ciertas concesiones ochenteras, ya señaladas antes.
IMPRESCINDIBLES; “Here I stand and face the rain”, “Hunting high and low”, “Living a boy’s adventure tale”, “The blue sky” y “Take on me”.
CALIFICACIÓN; 8,5/10


Scoundrel days (1986)

Desde el principio a-ha se habían puesto un listón muy elevado. Con su primer trabajo aun vendiéndose como churros, ya tenían a su discográfica urgiéndoles a grabar nuevo material. De esta forma llegó al mercado “Scoundrel days”. Trabajo continuista, aunque algo más oscuro y menos comercial, a-ha sigue apostando por la búsqueda de hermosas melodías apoyadas en los teclados y en la tremenda voz de Harket. “Scoundrel days” es una correcta continuación, brillante a ratos, que no obstante tiene como principal lastre el no contar con el factor sorpresa de su antecesor y probablemente por las prisas a las que hacíamos referencia antes, sus canciones caen en los tópicos y caminos fáciles más a menudo de lo que hubiera sido deseable. De esta forma las ventas, siendo elevadas, no alcanzaron la cima de “Hunting”, y probablemente no ayudó el no contar con un hit claro como fue “Take on me”. “Scoundrel days” de todos modos tiene algunas de sus mejores canciones, como la que da nombre al álbum, con un Morten en estado de gracia, totalmente entregado, borracho de pasión, la delicadeza combinada con ese crescendo arrollador de la maravillosa “Manhattan skyline” , la trepidante “I’ve losing you” con otra vez un Morten que devora cada frase…Sin embargo, como dije antes, encontramos más concesiones de las que serían deseables a favor de sonido fácil y fofo prototípico de cierto pop de esta década, como demuestran “Maybe, maybe” o “We`re looking for the whales”.

LO MEJOR; El señor Harket revelándose aquí como un ciclón interpretativo.
LO PEOR; No aporta demasiado a su discografía y no pasa de ser el hermano pequeño de su debut.
IMPRESCINDIBLES; “Scoundrel days”, “Manhattan skyline” y “I’ve losing you”
CALIFICACIÓN; 6,5/10

Stay on these roads (1988)

Probablemente su disco más inmediato, accesible por no decir facilón e insustancial. La culpa la tienen el soft pop de “Touchy”, “You`re the one”, “Hurry home” e incluso su discutible aportación al universo musical de James Bond, “The living daylights”. Por lo demás, siendo más positivos, el disco navega entre medios tiempos con la intensidad que nos acostumbran (“Stay on these roads” otro imprescindible en su carrera), baladas de atmosferas sugerentes (“There’s never a forever thing”), el melodrama un poco descafeinado aquí (“The blood that moves the body”), o la belleza desconcertante de la impagable “You’ll end up crying” donde los violines y los mariachis comparten protagonismo (!!). A pesar de ser un trabajo diverso y también disperso, la sensación general como dije al principio es la de encontrarnos ante un LP grabado a medio gas, con bastantes temas que carecen de la personalidad de la banda, y que aun siendo correctos podrían perfectamente ser obra de Bananarama o de Duran Duran poniéndonos en lo peor. Este disco, como los dos anteriores, contó con la producción de Alan Tarney, miembro de The shadows. Cierra en cierto modo una primera trilogía del grupo, con predominio del pop con tendencia a cierta oscuridad y predilección por atmosferas con toques dramáticos, siendo “Hunting” su mejor versión y “Stay” la menos satisfactoria.

LO MEJOR; Tiene una de sus cinco mejores canciones, la de que da nombre al CD, que además cuenta con un video-clip precioso.
LO PEOR; a-ha convertidos por instantes en una boy band en toda regla.
IMPRESCINDIBLES; “Stay on these roads”, “There’s never a forever thing” y “You’ll end up crying”
CALIFICACIÓN; 6/10

East of the sun, west of the moon (1990)

Con la entrada en la nueva década, a-ha dan un golpe de timón en una carrera orquestada hasta entonces en torno a un pop gigante que había comenzado a mostrar señales de agotamiento en “Stay”. El resultado es “East of the sun west of the moon”.
El cuarto disco de la banda se adentra en un sonido más próximo al rock, abandonando en un segundo plano los synth y teclados para dotar de un protagonismo nunca visto antes a las guitarras. Así, ya desde su portada nos podemos temer lo peor. Los a-ha rockeros, como el 90% de los rockeros por definición, son una pesadez. Además su idea del género está más cercana al soft rock con intensa fragancia a naftalina y a licra sudada que al germen originario del género. Vamos que la mayor parte del tiempo prefiere mirarse en Bon Jovi antes que en Elvis. Las canciones de “East” tienden a sonar apolilladas y carentes de imaginación. Los arreglos son pobres, sin vuelo ni misterio. El aburrimiento y la frustración te invaden durante la mayor parte de la escucha de este desangelado paso en falso. Apenas la versión de “Crying in the rain” y el tema con violines que da nombre al Cd nos enfrenta ante el reflejo del grupo que parecía haber tenido talento los años previos. Otros temas navegan entre la bella melodía de “Rolling thunder” y “Slender frame”, echadas a perder parcialmente por el rupestre tratamiento en la producción, el exceso de almíbar en la correcta “Waiting for her”, esa “Early morning” que después de quince años no sé si me encanta o la odio, y la mediocridad, rozando lo infame puntualmente, del conjunto restante. Chris Neil y Ian Stanley produjeron el peor disco de su carrera que empezaba a amenazar con el colapso.

LO MEJOR; Nunca más volvieron a grabar algo tan mediocre.
LO PEOR; Esa atroz estética de la portada, fiel a los infames comienzos de los 90.
IMPRESCINDIBLES; “Crying in the rain”, “East of the sun west of the moon” y “Early morning”
CALIFICACIÓN; 4,25/10

Memorial beach (1993)

Grabado en los estudios de Prince, Paisley Park bajo la producción de David Z, en 1993 se publica “Memorial beach”.
a-ha arrastrados en una dinámica de disputas personales dentro de la banda, despachan su disco más sombrío y decadente. La banda continua por la senda menos popera y más próxima al rock que había iniciado “East”. Pero poco tiene que ver “Memorial beach” con aquel. Estamos ante un trabajo dotado de mayor sensualidad, con unas letras que hablan de rupturas y despedidas, y de la imposibilidad de encontrar un lugar donde sentirse en paz con uno mismo. Descartan obviedades y mediocridades de su anterior disco. No obstante las intenciones de crear un gran trabajo de rock crepuscular parecen lastradas por unas composiciones que carecen de la inspiración de otras épocas. Así mientras “Dark is the night for all” suena sugerente y aterciopelada, “Move to Memphis” parece un descarte de “East”. Mientras “Angel in the snow” está repleta de emoción y delicadeza, y podría pasar por su “One”, “Lie down in the darkness” o “Lamb to the slaughter” inciden sin gracia en el rock deprimente. Frente a la dulzura lisérgica de “Locust” se contrapone el mamotreto de ocho minutos de “Cold as Stone” que comienza como Mike Oldfield, sigue el rastro de los U2 de “The Joshua tree” sin complejos y tras adentrase en parajes cercanos a los desiertos polvorientos del medio oeste, regresa a los punteos de Oldfield. Álbum suicida comercialmente, y alejado de la complacencia de “East”, marcó el final de una etapa en la banda. Durante los siguientes seis años a-ha no existió y sus componentes se dedicaron a sus proyectos en paralelo con escasa fortuna, lo que dicho de paso propiciaría su regreso en 2000 para entregar los mejores discos de su carrera.

LO MEJOR; Su ambición suicida, aunque definitivamente es un trabajo fallido.
LO PEOR; No era necesario insistir en el terreno rock, tras el traspiés previo.
IMPRESCINDIBLES; “Angel in the snow”, “Dark is the night for all” y “Locust”
CALIFICACIÓN; 5,75/10