Todavía me sigue sorprendiendo que películas tan poco interesantes como las de la saga Crepúsculo, nos esté ofreciendo Bandas sonoras llenas de grandes canciones. En ellas participan la crème de la crème del pop y del rock –más o menos- alternativo. Si antes fueron Thom Yorke, Death cab for cutie, The killers, Lykke Li, Paramore, Seawolf, Editors o Grizzly bear, la Banda Sonora de la tercera película de la saga, Eclipse, nos acerca otra buena tacada de excelentes grupos.
No hablamos de los reincidentes Muse -grupo favorito de la autora de los Best Sellers en los que se basa la saga cinematográfica, y que participa con un tema original grabado para la ocasión, la horrible “Neutron star collision” o un nuevo intento por superar en mal gusto a Queen- pero junto a ellos tenemos a The bravery fusilando sin recato a los Killers menos rockeros en la imprescindible “Ours”, a Florence + the Machine con la ostentosa “Heavy in your arms”, a la altura de los mejores temas de su disco de debút, o a Vampire weekend, una vez más imaginativos en “Jonathan Low”.
Junto a aquellos más comerciales, destacamos los oscuros e inquietantes temas de Beck junto a Bat for lashes (“Let’s get lost”) y de Band of horses, hipnóticos otra vez en la extraña “Life on Earth”.
2 comentarios:
Si es que esta saga nacía con pretensiones emo indies, no te has fijado en eso planacos secuencia en plan Maria Antonieta...
Snoorkel paqui
Tienes razón, la banda sonora es muy buena; como muestra la canción que has puesto, me encanta.
Pero yo no creo que la saga tuviera en ningún momento pretensiones indies -hablo con conocimiento de causa, asistí a un maratón con las tres películas seguidas-.
Me parece que la idea desde el principio es dar gato por liebre, la especialidad de las producciones de este tipo: se apunta a un tipo de público especial -adolescentes o jóvenes más o menos afines a determinadas códigos de disconformidad, como los góticos- para luego darles un buen mazazo en la cabeza imbuyéndoles de valores ultrarreaccionarios, como la castidad o el alineamiento incondicional con un bando de guerreros.
Si todo eso lo aderezamos con una banda sonora de grupos que representan, estéticamente, todo lo contrario de lo que destila el film, el Engaño es más sofisticado de lo que cabe imaginar, el empaquetado del producto es perfecto.
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