lunes, 13 de abril de 2009

MONSTRUOS CONTRA ALIENÍGENAS: DREAMWORKS APUESTA POR LO PREVISIBLE

A veces, una película de dibujos animados ofrece lo que nosotros pedimos en determinados momentos: pasar un rato sin tostarse mucho las neuronas. Lo bueno de estas producciones es que no suelen decepcionar en ese sentido, muy al contrario que el patetismo en el que está inmerso el cine español al completo. En el caso de “Monstruos contra alienígenas”, Dreamworks ha vuelto a encargar a los creadores de Shrek, Rob Letterman y Conrad Vernon, la ardua labor de realizar un filme destinado y consagrado a las 3D pero con la antítesis de un guión facilón, previsible y de complejidad cero. La historia gira en torno a Susan (doblada en la versión original por Reese Witherspoon y en español por una pésima Carolina Cerezuela; casi preferimos a Verónica Forqué poniéndole voz a Shelley Duvall en “El Resplandor”), una chica a punto de casarse con una vida de lo más anodina que de repente se ve sorprendida por un meteorito cargado con una extraña materia que la convierte en un gigante. Inmediatamente, la detienen y encierran en un lugar donde descubre que tienen aislados de la sociedad a unos monstruos que vuelven a caer en los prototipos de siempre: el señor Cucaracha es el listo, B.O.B el tonto y Eslabón el chulito. Además también hay una cría de insectosaurio de 100 metros. Todos ellos recuerdan a los miles de personajes de otras producciones como “Toy Stories”, “La Edad de Hielo”, “Monstruos S.A.”, etc. Cuando un extraterrestre bastante puñetero intenta recuperar la sustancia que hace a Susan tan poderosa, el gobierno requiere su ayuda y la de estos seres para combatir la invasión.

Precisamente por el hecho de privilegiar el tema de las tres dimensiones, algo que siempre es interesante aunque por eso te quitan más dinero de lo habitual, la historia queda un poco en ridículo cuando trata de ser sarcástica. No obstante, tiene algún que otro momento de parodia divertida que deja a los niños espectadores más bien con cara de autorretrato goyesco (por ejemplo, la escena que recuerda a “Encuentros en la Tercera Fase”). La mayor ironía y a su vez nueva moda de autocrítica estadounidense se hace notar en cuanto a que este país siempre es receptor de invasiones espaciales en todos sus filmes. En este caso, el personaje del presidente es absolutamente estúpido y retroamongolado. En definitiva, “Monstruos contra alienígenas” es entretenida, pero pobre y repetitiva en casi todo su concepto. Por suerte, películas de dibujos como “Wall E” nos regalan la esperanza de buenos guiones alejados de lo que ya está trillado en exceso. 5,5/10

1 comentario:

truman von harket dijo...

Tras soportar Shrek y secuela decidí no ver nada de Dreamworks de animación. Pixar juega en otra liga, y el resto van detrás, a años luz.