Agaetis Byrjun, el maravilloso disco que lanzó a Sigur rós a la fama y les dió todo el prestigio del que gozan hoy en día cumple hoy 10 años. nýja lagið from sigur-ros.co.uk on Vimeo.
Agaetis Byrjun, el maravilloso disco que lanzó a Sigur rós a la fama y les dió todo el prestigio del que gozan hoy en día cumple hoy 10 años. nýja lagið from sigur-ros.co.uk on Vimeo.
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lady foster
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Etiquetas: Agaetis Byrjun, música, Sigur ros
El penúltimo hype anglosajón ( en este caso, y a estas aturas, ya antepenúltimo) se llama Passion Pit. Saludados como los MGMT de esta temporada (empezamos bien...) el quinteto de Cambridge, Massachussets, USA, publicó hace unas semanas su opera prima “Manners” después de que varios temas llegados con cuentagotas sirvieran para generar buenas dosis de expectación en la escena alternativa a ambos lados del Atlántico.
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truman von harket
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Etiquetas: discos, Manners, música, Passion Pit
Simple Minds regresan a la actualidad con un nuevo disco bajo el brazo, “Graffiti soul”. Han pasado tres décadas desde que hicieron su irrupción en la escena musical, a pesar de que cosecharon buena parte de sus éxitos en los años 80. De llenar estadios en sus conciertos, la banda ha pasado a ver como su base de seguidores se ha ido reduciendo con el paso del tiempo. Esto se ha reflejado en la poca aceptación de sus últimos trabajos. Es inevitable compararles con U2, ya que son coetáneos y más o menos han navegado por texturas parecidas, que no iguales. Jim Kerr, cabeza visible del grupo que ha creado canciones imprescindibles como “Don’t you (forget about me)”, tampoco ha sido nunca un cantante con demasiada presencia mediática, al contrario, es alguien de aspecto discreto y tremendamente humilde.
En “Graffiti soul”, los Simple Minds –que han sufrido muchos cambios de componentes a lo largo de los años- regresan a la formación original de antaño. Parte de este disco ha sido grabado en los estudios Rockfield, un lugar que la banda escocesa no pisaba desde sus inicios. Por lo tanto, han revisitado su sonido original, sin nostalgias baratas y con una calidad inmejorable. Desde el primer single, “Rocket”, pasando por la energía de “Moscow underground”, hasta las intensas y pasionales “Light travels” y “This is it”, la formación liderada por Jim Kerr se ha reunido como el que vuelve con sus amigos a echar un vistazo a través de la valla del colegio en el que estudiaron de niños. No hay añoranzas a tiempos pasados, o al menos el conjunto desprende eso. El nuevo trabajo de Simple Minds es un camino hacia delante en el que pillan de paso lugares conocidos en los que no se regodean, sino que son ventilados y modificados. Si querían terminar esta década con nota, lo han conseguido a través de un álbum cargado de una ensoñación magistral. Es un clásico recién salido del horno.
La edición especial de “Graffiti soul”, contiene un disco de covers muy bien hechas en el que la banda realiza versiones de varios artistas, a destacar los temas “Rocking in the free world”, de Neil Young; “Christine”, de Siousxie and the Banshees; “Get a grip”, de The Stranglers y “Teardrop”, de Massive Attack.
PUNTUACIÓN: 9/10
LO MEJOR: la vuelta al sonido primigenio de Simple Minds sin inútiles nostalgias.
LO PEOR: nada.
DESTACABLES: “Rockets”, “Moscow underground”, “This is it”, “Light travels”, “Blood type O”
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gaspashá gorkovskaya
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Etiquetas: discos, Graffiti soul, música, Simple Minds
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truman von harket
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Etiquetas: música, The Radio Dept
Claude Cahun (izquierda) junto a su pareja Marcel Moore
Claude era su seudónimo. Un nombre indistinto para hombre o mujer, a través del que ahondaba en su ambigüedad sexual. Desde 1917, no dudó en travestirse, maquillarse y anticiparse al discurso del movimiento queer o de artistas como Cindy Sherman, Irene Andessner o Sarah Lucas. Se rapó el pelo varias décadas antes que la cantante irlandesa Sinéad O’Connor y no escondió su relación sentimental y profesional con Marcel Moore, a la que conoció en su adolescencia (el padre de la artista y la madre de su futura pareja se casaron y las dos jóvenes se convirtieron en amantes inmediatamente). Además, formó parte del grupo de lesbianas creado en torno a Sylvia Beach.
La razón de la omisión en la historia hasta los años 90 de la obra de Claude Cahun puede deberse a diversas causas, tal y como apuntan los expertos. Por un lado, hay que destacar la gran complejidad a la hora de clasificar sus trabajos, así como el desconocimiento del momento en que murió. Su rastro se perdió durante la invasión nazi de Francia. Muchos estaban convencidos de que había fallecido al ser condenada por la Gestapo, pero hoy sabemos que esa sentencia fue suspendida cuando se liberó la isla de Jersey, donde la artista habitaba. Su defunción tuvo lugar en 1954, a causa de la malaria y justo mientras preparaba su regreso a París. Hay pocos textos sobre la obra general de Claude Cahun, y la mayor parte de los publicados están escritos en francés. Sus autorretratos fotográficos fueron expuestos por primera vez en España en Explorafoto 2006, en Salamanca, y supusieron una aproximación al significado rupturista y novedoso, a través de temáticas hasta entonces nunca abordadas. La artista ya es una figura reivindicada por el panteón posmoderno.
Claude Cahun no parece cansarse nunca de estudiar sus contornos, de escrutar su rostro tomado a menudo de perfil, resaltando su nariz encorvada y prominente. Jugando con la vestimenta, con el maquillaje, con las máscaras, cortándose el pelo al cero, pintándoselo de rosa o de oro metálico… Asumiendo con una naturalidad aplastante su lesbianismo, adopta a menudo la figura del hombre y se convierte en diablo, ángel, o Barba Azul… la multiplicidad de disfraces, maquillajes y máscaras de Cahun, cuestiona unas formas de sexualidad sobre otras en una cultura en la que el deseo sexual entre dos mujeres continuaba siendo una falsa entelequia.
“Cierro los ojos para delimitar la orgía. Hay demasiado de todo. Me callo, retengo mi aliento. Me acurruco, abandono mis límites, me repliego hacia un centro imaginario… no sin premeditación… me hago rapar el cabello, arrancar los dientes, los senos –todo lo que moleste o impaciente mi mirada- el estómago, los ovarios, el cerebro inconsciente y enquistado. Cuando no tenga más que una carta en la mano, un latido del corazón que sentir, pero la perfección, por supuesto ganaré la partida”, expresaba Claude sobre su proceso creativo.
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gaspashá gorkovskaya
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Etiquetas: Arte, Claude Cahun, fotografía, Marcel Moore