domingo, 14 de febrero de 2010

[DVD] CREEP: ¡CORRE, FRANKA, CORRE!

En 2004, el director británico Christopher Smith rodó “Creep”, un filme de terror ambientado en el metro de Londres. Concretamente, la localización principal tuvo lugar en la estación de Charing Cross. Por otro lado, se contó con Franka Potente en el papel protagonista.
La actriz alemana interpreta a Kate, una joven que sale de una fiesta y se mete en el metro. Mientras espera el último tren, no puede evitar quedarse dormida. De repente despierta, mira a su alrededor y se da cuenta de que no hay nadie. Algo nerviosa, sube a las taquillas para tratar de salir, pero la estación ya está cerrada y no hay ninguna triste taquillera que pueda ayudarla.
Cuando ya no sabe bien qué hacer, escucha como otro comboy está llegando. Vuelve a bajar corriendo y consigue tomarlo. A mitad de túnel, el tren se para. A partir de ese instante, aparte de que el hecho de estar medio colocada se corta en seco, Kate va a vivir una noche de absoluta pesadilla.


Como nota curiosa, cabe destacar que Franka Potente repite carreras a mansalva a lo largo de túneles, andenes y pasillos vacíos, al igual que su celebrada película “Corre, Lola, corre” (1998). Pero esta vez no es para salvar a nadie, sino para huir de “algo” que la persigue. A la joven no le queda más remedio que quitarse los tacones y poner pies en polvorosa a toda velocidad.

Obviamente, “Creep” no ofrece un argumento que haya venido a salvar el cada vez más maltrecho género de terror, pero sí considero que es uno de los más destacables de la última década. La primera parte del filme es trepidante, incluso con todos los fallos propios de alguien que rueda su ópera prima y además trata de cumplir los plazos impuestos por las autoridades del metro londinense. En cuanto a la segunda mitad del largometraje hay que reconocer que la cosa decae, sobre todo a partir del momento en el que la protagonista descubre al causante de toda la sangre que van dejando a su paso un par de homeless, un compañero de trabajo muy desagradable y un jefe de estación. ¿Por qué continúa siendo un filme recomendable a pesar de las objeciones mencionadas? Es sencillo. El mayor logro de “Creep” es la localización, la omnipresencia del suburbano británico con todas sus galerías y estaciones tanto en uso como abandonadas y sus más o menos 400 millas de vías sin utilizar. El misterio apasionante que confiere la sola imagen del metro en cualquier ciudad, con esas miles de personas que lo utilizan a diario dejando cantidades ingentes de historias, prisas, preocupaciones, tropiezos y conversaciones, es capaz de causar una gran inspiración o, cuanto menos, curiosidad. Sobre todo por la noche. ¿Alguna vez os habéis quedado solos mientras esperáis el último tren? ¿Y para colmo, al cogerlo, no hay nadie ni en tu vagón ni en el resto de vehículos?. A los que nos hemos criado en un barrio obrero nos ha pasado muy a menudo. Hasta los conductores suelen constituir una de las áreas laborales más misteriosas. Este es el ambiente que Smith implanta a lo largo de casi toda la película, tan logrado, que hasta parece llegar el olor de las profundidades del metro londinense. Incluso de aquellas zonas que se juntan con el hedor de las aguas residuales y se mezclan con el tránsito continuo de las ratas. Además, siempre es interesante ver a una gran actriz como Franka Potente correr desesperada por túneles, escaleras mecánicas, vestíbulos… 7,5/10

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