sábado, 14 de noviembre de 2009

JULIAN CASABLANCAS: PHRAZES FOR THE YOUNG

En 2001, The Strokes irrumpen en la escena musical de principio de siglo con su fantástico “Is this it”, disco que reinventó (sin inventar nada nuevo naturalmente, pero mostrando una aptitud e inteligencia musical poco comunes), la música alternativa norteamericana, alcanzando el éxito global. Le siguieron dos discos con fogonazos de genio cada vez más infrecuentes, y con cierta tendencia a la repetición. Aún con eso, “Room on fire” (2003) y “First impressions of Earth” (2006) son dos buenos discos, bienvenidos por los fans. Mientras el éxito popular del grupo decaía, cada uno de sus miembros tomaban oxigeno, e iniciaban carreras en solitario.

En el caso del lider del grupo, Julian Casablancas, su disco en solitario viene precedido por una lógica expectación y un single rompepistas, “11th dimension”. Es lógico el interés ya que Casablancas es el autor (letras y música) de la mayoría de temas de The Strokes. Julian es aquí como en Strokes un músico carismático y adorable, y esa forma de cantar suya tan displicente que tiene, como si le importara un pimiento la canción que tiene entre manos me resulta fascinante a ratos y pesada en otras ocasiones. "Phrazes for the young” con sus escasos ocho cortes, tiene de todo. Grandes temas electro-pop que apuntan influencias de New Order y O.M.D, como “11th dimension”, “Out of the blue” o la maravillosa “Left & right in the dark”. Sin embargo tiene también demasiadas baladas interminables que hunden el disco en el sopor a ratos: ni “4 chords of the apocalypse”, ni “Tourist”, ni “Ludlow St.” resultan convincentes, mucho menos en un álbum que su autor ha definido como un trabajo lleno de potenciales hits. A pesar de esos bajonazos, dos temas terminan por inclinar la balanza hacia el notable. La apasionante, tensa y melodramática “River of breaklights”, puro suspense cinematográfico hecho canción. Y “Glass”, enorme medio tiempo que posiblemente necesitemos escuchar cada día durante los próximos meses, y convierte a Casablancas en el rey del medio tiempo emotivo y con trastienda.

No tan diferente como a primera vista pudiera parecer de los discos de The strokes, a pesar de bajar el volumen de las guitarras y dar mayor protagonismo a las bases electrónicas -la entonación y la forma de cantar de Julian, la estructura de los temas es similar a su trabajo en la banda-estamos ante un trabajo irregular pero absolutamente insuperable en los momentos de mayor inspiración.

CALIFICACIÓN; 7/10
IMPRESCINDIBLES; “River of breaklights”, “Glass” y “Left & right in the dark
LO MEJOR; Consigue ser un brillante sustitutivo de los Strokes, hasta el punto de que ya no les echamos de menos.
LO PEOR; Al final de todo, se trata únicamente de cinco grandes canciones. Puede saber a poco.

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