The Perishers, cuarteto del norte de Suecia formado en 1997, acaban de publicar su tercer trabajo. Sus dos primeros álbumes fueron “From nothing to one” (2002)-que no he tenido la oportunidad de escuchar- y “Let there be morning” (2003). Este me pareció un disco con alguna canción buena, muchas olvidables y olvidadas, y un temazo de esos que no te puedes quitar de la cabeza “Weekends”, no apto para escuchar un lunes por la mañana camino del curro -ni un martes, miércoles....-, y que es la culpable de que le diera una oportunidad a este “Victorious”.
Lo que caracteriza a The Perishers, como banda sueca que son, es la búsqueda de la melodía perfecta de cuatro minutos, la sencillez en sus composiciones, así como unos arreglos cuidados hasta el mínimos detalle, unido a la atmósfera de melancolía que recorre todo el álbum.
Los medios tiempos ocupan cerca del 80% del minutaje de “Victorious”- destacan “Come out of the shade” que es bonita hasta decir basta, y otras como “Never bloom again” o “My own” no se quedan atrás. Cuando intentan salirse de la formula, el resultado es desigual. “Carefree” o “To start a new” suenan compactas y tienen esa alegría contagiosa. En cambio el tema que da titulo al disco es demasiado obvio y tiene un cierto tufillo a los malos Roxette -los hay malos y peores- que echa para atrás. Por otro lado, los contados momentos en que tiran de cierta épica, -“Midnight Skies”- salen más que airosos, y su grandilocuencia no resulta impostada, sino que se agradece dentro del clima de contención general.
Al final el balance es decididamente positivo y la sensación que te queda es la de haber escuchado uno disco brillante de pop clásico, emocionante en muchos momentos, y calido siempre, que va calando poco a poco, y del que es muy difícil decir algo negativo. Un álbum muy recomendable sobre todo para escuchar en las tardes de otoño.
LO MEJOR; El aire de melancolía del conjunto.
LO PEOR; Si no te gustan los discos bonitos, mejor escucha “El extraño viaje” de Fangoria.
CALIFICACIÓN; 8/10.
Los medios tiempos ocupan cerca del 80% del minutaje de “Victorious”- destacan “Come out of the shade” que es bonita hasta decir basta, y otras como “Never bloom again” o “My own” no se quedan atrás. Cuando intentan salirse de la formula, el resultado es desigual. “Carefree” o “To start a new” suenan compactas y tienen esa alegría contagiosa. En cambio el tema que da titulo al disco es demasiado obvio y tiene un cierto tufillo a los malos Roxette -los hay malos y peores- que echa para atrás. Por otro lado, los contados momentos en que tiran de cierta épica, -“Midnight Skies”- salen más que airosos, y su grandilocuencia no resulta impostada, sino que se agradece dentro del clima de contención general.
Al final el balance es decididamente positivo y la sensación que te queda es la de haber escuchado uno disco brillante de pop clásico, emocionante en muchos momentos, y calido siempre, que va calando poco a poco, y del que es muy difícil decir algo negativo. Un álbum muy recomendable sobre todo para escuchar en las tardes de otoño.
LO MEJOR; El aire de melancolía del conjunto.
LO PEOR; Si no te gustan los discos bonitos, mejor escucha “El extraño viaje” de Fangoria.
CALIFICACIÓN; 8/10.
2 comentarios:
Estimado Truman deberías escribir un libro tienes demasiado talento para limitarte a reseñas en blogs aunque sea en blogs sublimes como éste
Querida soorkel paqui, gracias por tus amables palabras. No tengo palabras suficientes para mostrar mi agradecimiento....
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