lunes, 29 de junio de 2009

MI VIDEO DE LA SEMANA: "NÝJA LAGIÐ" DE SIGUR ROS

Agaetis Byrjun, el maravilloso disco que lanzó a Sigur rós a la fama y les dió todo el prestigio del que gozan hoy en día cumple hoy 10 años.
Para celebrar su aniversario, han colgado en su web esta actuación inédita en la que el grupo, con su formación original, toca 'Nyja Lagid', tema que no fue incluido en el disco pero sí que fue incluido en la gira posterior, en la Icelandic Opera House el 10 de junio de 1999.


nýja lagið from sigur-ros.co.uk on Vimeo.

jueves, 11 de junio de 2009

PASSION PIT, ¿SOBREVIVIENDO AL HYPE?

El penúltimo hype anglosajón ( en este caso, y a estas aturas, ya antepenúltimo) se llama Passion Pit. Saludados como los MGMT de esta temporada (empezamos bien...) el quinteto de Cambridge, Massachussets, USA, publicó hace unas semanas su opera prima “Manners después de que varios temas llegados con cuentagotas sirvieran para generar buenas dosis de expectación en la escena alternativa a ambos lados del Atlántico.

¿Hay canciones en “Manners” que justifiquen esas elevadas esperanzas puestas en estos veinteañeros? No se puede negar que la banda liderada por Michael Angelakos sabe facturar de maravilla un pop electrónico alegre. Todo en “Manners” desprende ligereza y una felicidad un tanto de manual. Con unos arreglos impecables, y mucho sintetizador, los temas que componen "Manners" son eficaces, sencillos y bailables. Las canciones de Passion Pit, concebidas como una carta de amor de Angelakos a su novia, juguetean con la psicodelia para todos los públicos, con un electropop sin sobresaltos y una experimentación calculada. Sí, calculado al milímetro está todo en este debut, hasta el punto de resultar un disco que si por algo deslumbra es por su madurez y claridad de ideas y conceptos, todos ellos tomados de aquí y allá. Destacan las irresistibles melodías de sus temas más poperos, de un clasicismo que impresiona, como “Let your love grow tall” y “Eyes as candles”, la celebrada y atípica “Sleepyhead”, la palpitante “Little secrets” y la sosegada “Swimming in the flood”.

El pop del grupo se escucha con una primera curiosidad, que se trasforma en avidez por momentos. Un buen día desaparecen de tus vidas como llegaron. Y pasado un tiempo te acuerdas de ellos, y descubres lo poco que has echado de menos su disco. Porque ciertamente hay bastantes aspectos dignos de ser recordados en “Manners”, pero desgraciadamente poco o nada que termine archivado en nuestras retinas. Vamos, lo que viene a ser más o menos un hype de toda la vida. De todas formas Passion Pit son un grupo atractivo, que esperamos sigan creciendo en futuros trabajos, y no terminen siendo devorados por su propia fama.

CALIFICACIÓN; 6,25/10
DESTACABLES: “Let your love grow tall”, “Little secrets” y “Sleepyhead”, aunque el disco funciona bien como conjunto.
LO MEJOR; La energía arrolladora y despreocupación de la cual hace gala todo el disco.
LO PEOR; Seamos realistas, cada semestre aparecen 5 o 10 grupos como éste. Esperemos que ellos encuentren su propia voz y permanezcan.
Su Myspace, aquí.

miércoles, 10 de junio de 2009

SIMPLE MINDS: GRAFFITI SOUL

Simple Minds regresan a la actualidad con un nuevo disco bajo el brazo, “Graffiti soul”. Han pasado tres décadas desde que hicieron su irrupción en la escena musical, a pesar de que cosecharon buena parte de sus éxitos en los años 80. De llenar estadios en sus conciertos, la banda ha pasado a ver como su base de seguidores se ha ido reduciendo con el paso del tiempo. Esto se ha reflejado en la poca aceptación de sus últimos trabajos. Es inevitable compararles con U2, ya que son coetáneos y más o menos han navegado por texturas parecidas, que no iguales. Jim Kerr, cabeza visible del grupo que ha creado canciones imprescindibles como “Don’t you (forget about me)”, tampoco ha sido nunca un cantante con demasiada presencia mediática, al contrario, es alguien de aspecto discreto y tremendamente humilde.
Si a eso le sumamos que en los años 80 estuvo casado con Chrissie Hynde, el eclipse que esto pudo ejercer sobre él fue inevitable. Eran la típica pareja en la que la una sobresalía por encima del otro a muchos niveles. Dejarse llevar por este tipo de impresiones suele hacernos caer en los mismos errores, ya que si nos centramos en lo que han estado haciendo los Simple Minds a lo largo de su dilatado bagaje profesional, nos daremos cuenta de lo mucho que han influido en generaciones posteriores con su rock progresivo y mágico.

En “Graffiti soul”, los Simple Minds –que han sufrido muchos cambios de componentes a lo largo de los años- regresan a la formación original de antaño. Parte de este disco ha sido grabado en los estudios Rockfield, un lugar que la banda escocesa no pisaba desde sus inicios. Por lo tanto, han revisitado su sonido original, sin nostalgias baratas y con una calidad inmejorable. Desde el primer single, “Rocket”, pasando por la energía de “Moscow underground”, hasta las intensas y pasionales “Light travels” y “This is it”, la formación liderada por Jim Kerr se ha reunido como el que vuelve con sus amigos a echar un vistazo a través de la valla del colegio en el que estudiaron de niños. No hay añoranzas a tiempos pasados, o al menos el conjunto desprende eso. El nuevo trabajo de Simple Minds es un camino hacia delante en el que pillan de paso lugares conocidos en los que no se regodean, sino que son ventilados y modificados. Si querían terminar esta década con nota, lo han conseguido a través de un álbum cargado de una ensoñación magistral. Es un clásico recién salido del horno.

La edición especial de “Graffiti soul”, contiene un disco de covers muy bien hechas en el que la banda realiza versiones de varios artistas, a destacar los temas “Rocking in the free world”, de Neil Young; “Christine”, de Siousxie and the Banshees; “Get a grip”, de The Stranglers y “Teardrop”, de Massive Attack.

PUNTUACIÓN: 9/10
LO MEJOR: la vuelta al sonido primigenio de Simple Minds sin inútiles nostalgias.
LO PEOR: nada.
DESTACABLES: “Rockets”, “Moscow underground”, “This is it”, “Light travels”, “Blood type O

jueves, 4 de junio de 2009

“DAVID”, NUEVO EP DE THE RADIO DEPT.


Aquí os presentamos, vía Labrador, “David” un nuevo tema de The radio dept. La banda de Suecia debe ser el grupo de todo el mundo que más impacienta a sus seguidores por culpa de la interminable espera que estamos padeciendo para poder escuchar su nuevo LP. Tres años después de “Pet grief” el grupo sigue adelantando EP’s. Mientras tanto, continuan inmersos en la grabación del que será su tercer larga duración. Tras “Freddie and the trojan horse”, llega ahora este “David”, que se publica el 24 de junio y esta compuesto por los siguientes cortes.

1. David
2. Messy enough
3. David (Rice Twins remix)
4.The idle urban contemporaries

El que da nombre a este corto vuelve a maravillarnos combinando la electrónica y el dream pop, con sonidos calidos, como la bossa nova, en un tema adictivo y lleno de encantamiento. Bravo otra vez.



EL ENIGMA DE CLAUDE CAHUN

“¿Los momentos más dichosos de toda mi vida? El sueño. Imaginar que soy otra. Actuar-me es mi rol preferido” (CLAUDE CAHUN)

El misterio que envuelve a Claude Cahun no comenzó a destaparse hasta la última década del siglo XX. Si decimos de ella que se trataba de una artista multiforme, que combinaba la fotografía con la literatura, el activismo político y otras disciplinas, en la actualidad no sonará a nada nuevo. Ni tampoco si apuntamos que era declaradamente lesbiana. Pero lo auténtico y transgresor es que Lucette Schwob, que así se llamaba en realidad, nació a finales del siglo XIX en Francia. Perteneció al grupo surrealista en el que participaba como actriz y tuvo la osadía de reivindicarse a sí misma como un ser distinto, independiente y poliforme, cuestionando el papel de la mujer en un tiempo en el que las féminas eran relegadas todavía al mero papel de musas.

Claude Cahun (izquierda) junto a su pareja Marcel Moore

Claude era su seudónimo. Un nombre indistinto para hombre o mujer, a través del que ahondaba en su ambigüedad sexual. Desde 1917, no dudó en travestirse, maquillarse y anticiparse al discurso del movimiento queer o de artistas como Cindy Sherman, Irene Andessner o Sarah Lucas. Se rapó el pelo varias décadas antes que la cantante irlandesa Sinéad O’Connor y no escondió su relación sentimental y profesional con Marcel Moore, a la que conoció en su adolescencia (el padre de la artista y la madre de su futura pareja se casaron y las dos jóvenes se convirtieron en amantes inmediatamente). Además, formó parte del grupo de lesbianas creado en torno a Sylvia Beach.

La razón de la omisión en la historia hasta los años 90 de la obra de Claude Cahun puede deberse a diversas causas, tal y como apuntan los expertos. Por un lado, hay que destacar la gran complejidad a la hora de clasificar sus trabajos, así como el desconocimiento del momento en que murió. Su rastro se perdió durante la invasión nazi de Francia. Muchos estaban convencidos de que había fallecido al ser condenada por la Gestapo, pero hoy sabemos que esa sentencia fue suspendida cuando se liberó la isla de Jersey, donde la artista habitaba. Su defunción tuvo lugar en 1954, a causa de la malaria y justo mientras preparaba su regreso a París. Hay pocos textos sobre la obra general de Claude Cahun, y la mayor parte de los publicados están escritos en francés. Sus autorretratos fotográficos fueron expuestos por primera vez en España en Explorafoto 2006, en Salamanca, y supusieron una aproximación al significado rupturista y novedoso, a través de temáticas hasta entonces nunca abordadas. La artista ya es una figura reivindicada por el panteón posmoderno.

Las fotografías de Cahun resaltan, sobre todo, la complejidad de los géneros, la no división entre masculino y femenino, y a su vez, manda a paseo el modelo de identidad fija heredada del racionalismo. Cuando se traviste como hombre (se comenta que exacerba el parecido con su padre), o como mujer, hace gala de una ambigüedad sexual que se sitúa como centro de su trabajo, donde se anticipa a todos los movimientos transgenéricos que conocemos en la actualidad.
Claude Cahun no parece cansarse nunca de estudiar sus contornos, de escrutar su rostro tomado a menudo de perfil, resaltando su nariz encorvada y prominente. Jugando con la vestimenta, con el maquillaje, con las máscaras, cortándose el pelo al cero, pintándoselo de rosa o de oro metálico… Asumiendo con una naturalidad aplastante su lesbianismo, adopta a menudo la figura del hombre y se convierte en diablo, ángel, o Barba Azul… la multiplicidad de disfraces, maquillajes y máscaras de Cahun, cuestiona unas formas de sexualidad sobre otras en una cultura en la que el deseo sexual entre dos mujeres continuaba siendo una falsa entelequia.
Cierro los ojos para delimitar la orgía. Hay demasiado de todo. Me callo, retengo mi aliento. Me acurruco, abandono mis límites, me repliego hacia un centro imaginario… no sin premeditación… me hago rapar el cabello, arrancar los dientes, los senos –todo lo que moleste o impaciente mi mirada- el estómago, los ovarios, el cerebro inconsciente y enquistado. Cuando no tenga más que una carta en la mano, un latido del corazón que sentir, pero la perfección, por supuesto ganaré la partida”, expresaba Claude sobre su proceso creativo.

Tras casi medio siglo en el limbo, el bagaje artístico de esta mujer innovadora e infinita se está tratando de recopilar, a pesar de haberse perdido buena parte de su obra.